Mil palabras y un Suspiro

El silencio del Amor

Desde niños hemos sido muy cercanos, unidos como el alma y el cuerpo. Todo es felicidad cuando está, todo es paz. Cuando la veo lo único que puedo percibir es el amor y la pasión, por ello,  la observo con los mismos ojos del amor. Día tras día el sentimiento por Lucero se hace más fuerte y profundo. Una emoción que al mismo tiempo es silencio y júbilo, que paradoja la mía. El amor que siento es metacrónico, todo lo trasciende, todo lo penetra. La niñez fue lo mejor de mi vida, porque era lucero. 

Veinte años han pasado y aún la amo con toda la fuerza de mi ser, eso es lo único que no he sido capaz de decir. No tengo el valor y el coraje suficiente para decirle que la amor con la fuerza de mil soles, que la necesito como la tierra al sol, que con sus rayos ígneos la acaricia cada día. Deseo besar sus labios, fuente de agua cristalina, cuanto lo deseo, cuanto lo añoro. Te amo, te amo lucero, cómo lo digo, pero cómo hago callar este amor. Este amor es tan silencioso que duele, es tan silencioso que mata lentamente.

Miraré sus bellos ojos que son como el infinito, en el que me quiero perder, sus bellos pechos que son los pilares de la tierra y el cimiento de mis pensamientos, sus bellas y sensuales caderas que ponen todo en movimiento. 

Estoy atado a este amor como un pequeño esclavo, estoy atado a este amor como el hombre a la noria del tiempo, como la vida a la muerte, como el alma a la eternidad. ¿Será que este amor es solo un simple espejismo que solo existe en mi pobre mente? ¿Será que este amor es pura fantasía, que se ha formado con el tiempo? ¿Será que este amor es nada o solo una sombra a la cual me aferré? en verdad no sé, estoy perdido en el laberinto de este amor. Este amor solo es una ilusión que se formó con el tiempo y está destinado al más terrible silencio.