Un aliento de esperanza.

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¿Qué es lo que nos hace ansiar con tanta fuerza el estar vivos? ¿Son acaso las ganas de terminar lo que una vez ya empezamos?

La necesidad de haber amado y haber sido amado, de haber expresado todo lo que una vez hemos sentido, aunque aquellos sentimientos ya pertenezcan al pasado.

¿Son acaso los pequeños detalles que nos hacen dar las gracias por estar vivos?

El olor de unos pastelitos recién hechos, la fría sensación del tacto de la nieve, el sentimiento que produce el final de una buena historia, estrechar manos con un ser querido, una estrella fugaz, un abrazo, una puesta de sol, un grupo de amigos cantando todos juntos una misma canción, los primeros indicios del verano (esos tenues rayos de sol que a pesar de que haga mucho frío, si te sitúas justo debajo sientes un pequeño cosquilleo)...

No fue el rostro de las personas que amaba lo último que quiso pensar.

Simplemente quería vivir.

REINA - Juego de Tronos (Tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora