Fraternidad Alpha.

Capitulo 9: Chicos nuevos.

No pude dormir en toda la noche, en realidad nadie en la casa lo hizo. Todos estabamos llorando de la risa, los chicos estuvieron más que molestos por la broma. Megan estuvo riendose entre cada disculpa que le daba a Alex mientras éste le gritaba que pensaba que estaba teniendo una puta pesadilla, sus palabras, obviamente. Los chicos después de recuperarse empezaron a reírse y felicitarme.

Ethan ni siquiera me miró, seguramente estaba molesto por una de las mejores bromas de la fraternidad. Como cada mañana desde lo de la pierna se levantaron para hacer el desayuno y Kaleb junto con Connor nos felicitaron por lo buena que era la broma. Me reí mientras me sentaba justo al lado de Ethan, con mi plato lleno. Frunci el ceño cuando ni siquiera me miró, golpee suavemente mi pierna con la suya y levantó la mirada. Apenas lo hizo volvió a centrarse en su desayuno. Entrecerre mis ojos hacia él, sorprendida por su gesto.

¿Tanto le molestó la broma de anoche?

—Oye Eth.. —La silla rechinó contra el suelo y se levantó. Abrí los ojos sorprendida por su comportamiento y miré a los demás en la mesa. Las chicas me miraron con sorpresa y confusion reflejada en sus rostros. Yo estaba de la misma forma.

¿Que demonios?

ETHAN.

Me gusta Brooke.

Realmente me gusta.

Cerré mis ojos mientras me apoyaba en la pared. Lo de anoche solo me hizo pensar en que pasaría si Brooke...

Si ella...

Ni siquiera podía pensar en decirlo. Joder. Ni pude mirarla en el desayuno. Alex lo vió antes que yo, dios estaba seguro de que todos lo vieron antes que yo.

Quizás Brooke y yo éramos como Alex y Megan. Pero no, a ella no le intereso de ése modo, estoy seguro. Abrí mis ojos, tranquilizandome, necesitaba ir a clase. Me dirigí hacia la sala y tomé mi mochila negra dirigiéndome hacia la puerta. Mientras caminaba mis pensamientos eran invadidos por la castaña, de la forma que invadía mis sueños.

Saque mi móvil del bolsillo al notarlo vibrar y cerré los ojos al ver el nombre de mi mejor amigo, contesté a Alex mientras saludaba a dos chicas de mi clase con un leve movimiento de cabeza.

—¿Qué pasa, amigo? — Respondí.

—¿Qué pasa, amigo?— Repitió. —¿Qué coño te pasa a ti, amigo? — Se burló. —¿Que fue eso del desayuno? Dejaste a Brooke sintiéndose como una perra y preguntándonos si se había pasado con la broma, la chica piensa que te creo un trauma o algo. —Explicó. Se formó un nudo en mi pecho al imaginarme a Brooke, mi Brooke preocupada por mi. Joder, era un egoísta.

—Uhm, no, no me creó ningún trauma, prefiero no hablar con ella.— Admití en un suspiro derrotado, ¿qué oportunidades tenía con ella de todos modos?

Te dejó besarla, estúpido.

Ante ese pensamiento, sonreí, cierto, ella me había dejado besarla y ahuyenté al cabrón de Kyle. Algo bueno, al menos.

—¿Cómo? ¿Por qué? Ethan, tío, te has fumado algo? Sueles babear por Brooke. — La sorpresa y desconfianza se notaba en su voz, lo conocía tan bien como la palma de mi mano. Sin pararme cruce el campus hacia mi clase de psicología, eran obligatorias, una cada mes por si los clientes empezaban a tener ataques de pánico o llegaba algún enfermo mental
Los mejores abogados estaban siempre preparados. Me imagine encontrarme a Brooke de defensora en algún caso en el que yo fuera contra el culpable de los cargos, sería un reencuentro.

Jodida Brooke, se metía en la cabeza y luego no quería salir.

—¿Ethan? ¿Estás ahí? — Insistió Alex, casi me había olvidado de él.