— Mami — Escucho como me llama mi hijo. Pero no abro los ojos— Mami, despierta.
—No cariño... Tengo sueño —Digo aun con los ojos cerrados.
— ¿Eso quiere decir que no hay escuela hoy? —Pregunta con esperanza. Abro los ojos.
— ¡Claro que la hay! —Exclamo. Mi pequeño hace un puchero—. Asi que ... ¿Que hora es? —Me levanto y enciendo el celular. Son las 6:30, y ellos entran a las 8:30. Nos queda tiempo de sobra— Valla. Bueno, iré a preparar el desayuno y sus loncheras.
Voy al baño, me lavo los dientes y me peino el cabello. Salgo hacia la cocina y empiezo a preparar el desayuno. Hago panquecas con huevo y beicon. Preparo un poco de chicha y sirvo en tres vasos.
—¡Niños, a comer! —Grito desde donde estoy. A los pocos segundos llegan unos mini corre-caminos—. Niños... ¿No les he dicho que en la casa no se corre? —Pregunto seria.
—Si mami, pero es que Ñaky me dijo que se iba a comer mi desayuno si llegaba después de el —Dice mi pequeña con un puchero en los labios. Sonrío y niego lentamente—. Lo siento mami.
—Tranquila corazón. —Le digo con una sonrisa. Me giro hacia mi otro pequeño y lo miro severamente—. No vuelvas a hacer eso, Iñaky, sabes que no me gusta.
—Lo siento —Susurra. Asiento y sonrío. Me he vuelto Miss Sonrisas 2017.
—Bien. A desayunar, porque si no, van a llegar tarde a la escuela.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Emma, cariño ¿estas lista? —Me pregunta Pablo. Mi maquillista. Le sonrío y asiento—. Bueno, vamos ya.
Caminamos hasta el estudio entre risas por parte de ambos. Pablo es una gran persona. Es como un hermano. El hermano gay que nunca tuve.
Cuando llegamos vemos a más fotógrafos de lo habitual. Frunzo el ceño y camino hasta dónde está mi madre, la cual está hablando con tres señores.
—Buenos Días —Saludo al llegar. Ellos se giran y me sonríen.
—Igualmente señorita —responden los tres al unísono. Asiento.
—Madre, ¿podemos hablar un momento? —Me dirijo a mi madre. Ella asiente y les pide a sus acompañantes que miren el lugar. Ellos asienten y se marcha a quien sabe dónde.
— ¿Qué pasa cariño? —Me pregunta mi madre.
—Bueno, es que me di de cuenta que hay más fotógrafos de lo normal ¿Qué significa eso?
—Ah, no es nada —Dice restándole importancia—. Son estudiantes de la Universidad del Estado. Están haciendo sus pasantías aquí.
—Bien. Iré con Pab.
—Okay cariño, suerte. —Asiento—. Aunque no la necesites. Eres la mejor.
