Sign of the times {seg temporada} «Zayn Malik»

De alta.

Elif.

Estaba ya con una muleta y un yeso en mi pierna, ya estaba mejor dentro de lo que se podía.

Estaba ahora fuera la habitación de Zayn esperándolo, se quedara en mi casa, seremos los mimados por unas dos semanas.

Lo mejor es que negocie con mi padre y me dejo estar con Zayn en la misma cama.

Y no, no piensen que pasara algo más solo sera compañía mutua entre el negro y yo.

Salió con el pelo mojado y una barba ya de unas semanas, sonreí al verlo salir apoyado también de una muleta.

-Somos goals hasta para andar en muletas- dijo y reí

-¿Como dormiste guapo?-bese sus labios

-Pues bien, pero ahora estoy mejor con esos besos de buenos días

-Que no se te haga una mala costumbre

Harry nos saco de la burbuja como lo ha hecho todos esto días, dice que ama que esta relación pero que seamos tan mimosos es desagradable y lo entiendo, yo también lo odio pero solo lo hago a veces para molestarlo.

-Ya ojo de mapache y niña muletas nos vamos- hablo Lou tomando mi bolso

-Pudrete Tomlinson- habló Zayn

-Con gusto cariño - se fue como toda una perra fabulosa y mire a Zayn, solo nos reimos.

Al llegar, mi cuarto estaba adaptado para recibirnos a ambos, Zayn se quito los pantalones y se puso una camiseta vieja.

Yo, quite todo y quede en bragas y una camiseta que utilizo de Zayn para dormir.

Me tire a su lado y me beso.

-Después...de todo esto no esta tan mal eh- sonrió

-Quitando que tenemos unos yesos que me molestan y estes con esa barba de vago, sip no esta tan mal

-Amas mi barba de vago

-Confías demasiado en ti

-Una Elif, de diecisiete años amaba tocar mi barba, por algo no la rasuro al instante.

- Eres todo un romántico cuando te lo propones.

Zayn.

Estabamos tirados en la cama viendo una serie en Netflix, cuando Elif murió en mi pecho.

Ya no me decía datos freaks y su respiración era mucho más calmada.

Sonreí y acarisie su cabello, estaba tan bien aquí era mi lugar.

Estaba con una libreta tirando líneas para tal vez una canción, Elif era de esas musas inspiradoras que no puedes dejar ir.

Estaba acabando cuando mis ojos comenzaron hacerse más pesados, bostece y cerre la libreta.

Me acomode con mi pequeña cucharita, y bese su cuello.

-Te amo...y no sabes cuanto.