¿Quién eres en realidad?

4. Colapso mental.

-¿Sabes qué?- dijo Zack sacandome de mis pensamientos- cuando te vi entrar dabas el pego- sonrió- me gustan esos andares, pareces un chico que no sabe que carajos va a hacer pero a la vez como si tuvieras claro lo que quieres - rió- aún así en andar te pongo  un seis.

-Ah ¿Pero que me vas a puntuar? - dije graciosa y el asintió- pues mejor que me ponga a estudiar- reímos- No me gusta suspender ni las notas bajas.

-Por tu bien si y la voz grave, antes de que alguien te escuche- repitió girando los ojos.

-De que me pillen... me veré en un buen lío-dije con una ridícula voz grabe y miré el techo riendo- no creo que nunca nadie halla hecho esto- suspiré.

-No te creas eh- rió él- lo han hecho, pocas valientes, pero lo han hecho- hizo un mohín encantador y le miré sonriendo, realmente, él era lindo.

-Seguro que no por mis motivos- dije arrepentida y si, Emily Calwis estaba arrepentida de algo, ¿Por qué no me habría fijado antes en chicos como él que tengo delante? Me hubiese ahorrado bastantes problemas como estos- y me arrepiento , porque siento que dentro de nada tendré un colapso mental y ... arg. Pum- hice la onomatopeya con mis manos.

-Tranquila, no te voy a preguntar esos motivos, supongo que si confías en mi , me los contarás cuando puedas o quieras o tal vez te los saque a cosquillas- me miró juguetón y sonrió- no te arrepientas, esto al fin y al cabo será algo de lo que te reirás cuando pase unos diez años y una gran historia para contar a tus nietecitos cuadno estén sobre tu falda esperando alguna cosa interesante para escuchar, mientras toman la merienda- una sonrisa dulce se extendió por sus labios y podía jurar que los míos se secaron.

-Eso espero- suspiré apartando la mirada de sus lindos hoyuelos algo incómoda.

-¿Dijiste colapso mental?- dijo asombrado mirandome con una ceja levantada e intentado aguantar una risa.

-Eso dije ¿por?- pregunté confusa.

-Pareces mi abuela hablando- rió al fin

-No soy tu abuela - me crucé de brazos enfurruñada- tu eres un crío- le saqué la lengua.

-¿Yo soy el crío?-dijo señalandome y asentí riendo- claro claro, abuela de los colapsos mentales recuerda tu voz- volvió a quejarse amistosamente y me sacó la lengua de vuelta cuando me vio poner los ojos.

Bufé cabreada y la puerta se abrió dejando entrar a un muy sudoroso Dylan.

-Hola chicos- saludó agitado.-¿De qué hablaban?

-¡Colapsos mentales!

-¡Abuelas !

Dijimos a la vez.

-¿Colapsos mentales? Parecéis mi abuela- dijo riendo.

-Eso es justo lo que yo le había dicho- dijo Zack rodando los ojos y le fulminé con la mirada.

-Voy a ducharme , vengo de entrenar y - olió su axila e hizo una mueca de asco- apesto a rancho podrido. -Le miré asqueada e hice una mueca de repugnancia cuando no miraba, realmente, los chicos son asquerosos.

-¿Quién es el habla ahora raro eh?- dije con una voz extremadamente chillona y Zack me miró enfadado.

-Calla colapso mental que yo al menos no hablo como una chica vieja- nos relajamos al oírle , pensaba que la había puesto a propósito.

Miré a Zack en busca de ayuda para relajarme, pero él me devolvía la mirada duramente y me hizo sentir mal. Se me escapó un puchero y él me miró sorprendido e incluso arrepentido por ser tan duro. Punto para mi. Y para liberar algunas tensiones susurré riendo.

-Tengo que hurdir un plan para que mi voz siempre esté grave.

Nada más, solo cinco segundos y estallamos en carcajadas.

Olvidado mi error.

Olvidado que era un chico.

Olvidando a Dylan, pero claro, solo por un momento. Hasta qye salió del baño.

-Tienes una risa bastante irritante- Y tal vez me dolió lo que el muy imbécil dijo- Parece una trompeta oxidada- arrugó la nariz con desagrado.

-Pues a mi me parece adorable- sentenció Zack y le miré asustada, no podía decir eso, le haría pensar que él era gay- Si fuera una chica, claro está- Añadió casualmente.

-La chica que tenga esa risa estaría maldita, suena más como un chirrido- Sentenció secando su pelo.

Y todos nos quedamos en un incómodo silencio, mientras mis ojos se acuaron un poco.