4. Saco un pajarraco de otra dimensión

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Las barbillas de Nari y Fenx, igual que la mía, llegaban al suelo. Nos quedamos atónitos con los hechos que acababan de suceder ante nuestros ojos. ¿Primero aparece un fantasma corriendo por todo el recinto, después los gemelos-sin-talento hacen desaparecer una pared y finalmente el fantasma explota? ¿Ahora que pasaría? ¿Iba a explotar algo más?

-¿Qué narices ha sido eso? preguntó Nari a los gemelos-

-Eso era...eh...nuestro proyecto de clase-mintió Cast-

Nari que parecía ser la que se había recuperado más rápido (o quizá solo actuaba), los miró con una cara devastadoramente terrorífica, parecía la Sra. Llamas versión niebla. Supongo que su mirada los asustó porque de repente se encontraron muy dispuestos a compartir información.

-E-esta bien, os diremos la verdad, pero deja de mirarnos así, por favor. E-eso era un familiar, un espíritu proveniente de un plano inmortal, en un cuerpo de uno de los elementos y que está ligado a quién lo invoque.

-¿De qué elemento? El ogro era transparente. ¿Y eso no es peligroso? ¿Y por qué un bebé? -les pregunté, ya recuperado (más o menos)-

-Digamos que el ritual...ha fallado. Y el espíritu se ha salido de control. Respecto al cuerpo de bebe...el familiar se adapta al carácter del conjurador -eso explicaba muchas cosas-. En cualquier caso no es peligroso siempre que todo se haga bien -me respondió Nem, con una sonrisa de mentira-.

-Si queréis os podemos enseñar como se hace, a cambio de no decir nada de esto- continuó su hermano, con otra sonrisa falsa, aunque con evidente interés por cerrar el trato-

Miré a mis amigos, preguntando con la mirada que debíamos hacer. Todos opinábamos lo mismo: ¿estaba mal?: sí, completamente. ¿Podíamos resistir la tentación de hacer cosas peligrosas?: rotundamente no.

Antes de dar nuestra respuesta me fijé en la sala, era circular, de unos 15 metros de diámetro y con el techo a unos 5 metros. Techo, suelo y paredes estaban hechas de una piedra azul. Las paredes estaban hechas de ladrillos de piedra y en ellas habían antorchas con un misterioso fuego azul. También habían estanterías con algunos libros con aspecto de ser muy antiguos. En la sala también había columnas, conectadas en sí por arcos hechos de oro. El techo era una cúpula donde se podían distinguir más símbolos extraños, como en los que habían en la puerta. Por todo el suelo también habían inscritos más símbolos, estos estaban agrupados en círculos. En el centro había otro símbolo, pero este no era parte del "abecedario" de todos los anteriores, parecía dibujar una especie de dragón, rodeado de más símbolos del abecedario. Una sala muy acogedora, sí señor.

-Tengo dudas-comentó Nari voz baja, parecía haber perdido la seguridad de hace un momento al ver al dragón-.

Siendo sincero, debía reconocer que tenía razón, la presencia de un dragón en todo esto resultaba perturbadora, en fin, no quería que por accidente me chuparan el alma y después me hicieran saltar encima a otra gente para quitársela también. Fenx parecía mantenerse rígido en su opinión de ir en busca de espíritus. De repente se me ocurrió una duda.

-¿Y traer espíritus y atarlos a nosotros no los podría cabrear?

-No creo, el espíritu viene por iniciativa propia, aunque siempre puede venir uno a molestar, como el de antes -me respondió Nem-.

-Pero no...-empecé yo-

-Oye, si quieres más información, búscala en los libros-me interrumpió secamente, señalando las estanterías, realmente tenían ganas de acabar con esto rápido-.

Nos miramos una última vez y decidimos tirar adelante con el ritual.

-Esta bien, hagámoslo.-dijo Nari- Yo primero.

Cronicas de cenizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora