/Mi perdición/

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Una noche, Erick llegó más ebrio de lo normal, yo me encontraba en la sala viendo un poco de televisión y él se acercó a mí y me tomo fuertemente por la muñeca arrastrándome agresivamente hasta la habitación.

Entre lágrimas le pedía que se calmara y me dejara ir, pero de una me arranco lo que llevaba puesto y me lanzo a la cama poniéndose encima de mí, sujetando ambas de mis muñecas comenzó a violarme.

Sentí como mi alma desvanecía, como mi dignidad desaparecía y como por dentro moría. Es desde esa noche que mi temor hacia él fue la perdición.

A los pocos días comencé a sentir síntomas extraños, los cuales me hicieron recurrir a un doctor.

De ahí me hicieron unas pocas pruebas en las que al parecer se observaba que salí positivo en embarazo, lo cuál el doctor me felicita y me da algunos consejos para el cuidado de el nuevo miembro.

Entre cortos pasos a la salida, me adentro al sanitario de mujeres, el cual se encontraba vacío. Con el papel en mis manos, que afirma mi embarazo, comienzo a llorar frente al espejo.

-" L-lo siento mucho..."- comienzo a decir entre cortas respiraciones.

Al llegar a la casa me encuentro a Erick recostado en el sofá de la sala viendo televisión.

Evitando hacer el mínimo ruido posible para llamar su atención el alza su voz en una repugnante pregunta.

-"¡¿Donde carajos andabas, eh?!- mira mis manos las cuales ocupaban un documento.

-"¿Qué es eso? ¿Una denuncia por maltrato? ¡¿Un papel de divorcio?!"- finaliza arrebatándome el documento de las manos.

-"N-no... es solo... es solo un error..."- digo temblorosamente bajando la mirada.

-"¡¿embarazada?! ¿¿Tú?? Esto debe ser una broma. Espero q si no lo es te desasgas de esa cosa pronto!"- hace el papel un bollo y lo lanza al suelo, sentándose de vuelta en el sofá a ver más televisión.

Las lágrimas comenzaron a acariciar mis mejillas y rápidamente me dirigí a la habitación. En ella abrí una gaveta en la cual ocultaba una pequeña cajita musical que consolaba mis malos ratos. Erick desconocía de la misma.

Me recuesto en la cama y colocó la cajita encima de mi panza aún no pronunciada y comienzo a girar las manecillas. De esta comienza a salir una delicada y triste melodía que hacía que al cerrar los ojos me tele transportará a un lugar más calmado y alegre, donde Erick no pudiera encontrarme.

-" mami no te dejará solo..."- digo en una baja y dulce voz, deslizando la palma de mi mano sobre mi pancita.

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Espero sigan disfrutando de la historia. (^^)

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besos y abrazos
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La cajita musical...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora