CARTA A UN ÁNGEL SCC ( Terminada)

UNA CARTA DE DESPEDIDA

-Señor Li- el intercomunicador sonó dentro de la lujosa oficina- tiene una llamada de su esposa, dice que es urgente

La voz de la secretaria se escuchaba suplicante de que su jefe contestara, así que éste tomó el teléfono y oprimió el botoncito rojo parpadeante

-¿Si?. . .

-¿Cómo dices?. . .

-Tranquila, por favor. . .

-Bien, ahora sí dime, ¿Qué ocurre?. . .

-¿Cómo?. . .

-Pero. . .

-Está bien, ahora mismo voy para allá

Su semblante, antes tranquilo y sereno, ahora denotaba preocupación, y su voz temblaba mientras respondía a su bella esposa, corriendo salió de su oficina

-Kiana, tengo un asunto familiar muy urgente, quizá ya no vuelva por hoy a la oficina- anunció de pasada a su secretaria e inmediatamente se dirigió hacia el estacionamiento, debajo del mismo edificio

A gran velocidad recorrió las calles del enorme y transitado Hong Kong, recibiendo a su paso uno que otro insulto por parte de otros conductores.

Llegó a su destino y estacionó su lujoso automóvil en el único lugar que casualmente se encontraba disponible y se dirigió rápidamente hacia la sala de espera del hospital

Ahí se encontró con su hermosa esposa quien tenía una visible mirada triste

-¿Qué pasó?- preguntó en voz alta, puesto que aún no llegaba junto a ella. La preocupada mujer alzó la vista al escuchar la suave voz que tan bien conocía

-Aún está en peligro- contestó ella tratando de sonar fuerte, pero las lágrimas le ahogaban la voz- es por su alergia, Shaoran!

Shaoran la abrazó con fuerza y calidez mientras sentía su camisa empapada por las lágrimas que salían de aquellos melancólicos ojos celestes

-Tuvo un convivio en su escuela, la mamá de una de sus amiguitas llevó ensalada de manzana. . .

Shaoran aún la tenía abrazada, y es que el asunto era de preocuparse, pues su pequeña hija, su alegre Sakura estaba debatiéndose entre la vida y la muerte en alguna habitación del hospital infantil

-Le quitó todas las nueces a la ensalada- continuó la Sra. Li un poco más calmada - pero aún quedaron algunas

-Tranquila,-Li acarició con suavidad la negra cabellera - pase lo que pase todo estará bien. . .

Y es que Sakura tenía una fuerte alergia contra las nueces, cualquier trozo insignificante o polvo de nuez podía ser capaz de inflamarle la garganta, y a veces tanto que le impedía respirar

-Señores Li?- preguntó un doctor de rostro amable. Ellos asintieron - la pequeña ya está mejor, tuvimos que administrarle una doble dosis de medicamento, pero logramos desobstruir la garganta. Aún está un poco mal, pero si gustan pueden pasar a verla

Ambos sonrieron aliviados, y abrazados se dirigieron hacia la habitación

Dentro, una enorme cama ocupaba la gran parte, y al lado de ésta había cables y bolsitas con suero, además de un aparato que leía los latidos de la pequeña con un incansable "bip".

La hermosa niña, quien en ese momento se veía aún más indefensa, se perdía entre las blancas sábanas, algunas agujas pinchaban el torso de su pequeña manita, un tubo le ayudaba a respirar mejor y varios cables se hallaban conectados a su cuerpo.