c o r r e

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Luego de ese 'pequeño' incidente ocurrido en la mañana, el resto concurrió normal. Por suerte esos chicos estuvieron solamente una hora y luego se fueron. Uff, realmente no creía poder soportar más la intensa mirada que le dedicaba el pelinegro cada vez que se dirigía a atender una mesa.

No quería volver a ver a ese irrespetuoso alfa, era un estúpido que todavía seguía creyendo que los omegas caerían a sus pies solamente por ser un alfa impotente y sexy. Era demasiado anticuado en la forma de pensar sobre un omega, desde ya no le caía bien.

Espera, ¿Sexy?... Bueno, tenia que admitir que el alfa tenia lo suyo. Era musculoso, pero no exagerado. Tenía un rostro atractivo, labios delgados pero deseosos. Piel blanca como la leche y tenia una voz profunda, una jodida voz profundamente ronca. Que si no fuera por la actitud del alfa, ya estuviera en la primera cita con él.

Negó con su cabeza, tratando de enfocarse en el camino y no en los pensamientos en su cabeza. Su corazón agitándose en su pecho de forma irregular.

Sacó su teléfono por un segundo, chequeando la hora; 20:30 PM. Su trabajo sería el ideal si no fuera por la hora de salida. Demasiado tarde para un Omega como él.

Aún que no podía quejarse, ya que a sus compañeros de trabajo; Alfa's, les hacen salir aún más tarde que a los Omegas.

Bufó, sacando el bolso de su espalda. Quizás su caminata se haría más amena si se entretenía con buena música. Se detuvo unos segundos al no encontrarlos, tratando de buscar con mayor lentitud y paciencia.

— Maldición —. Masculló, mirando a las pocas personas que transitaban por las calles debido al frío clima, viendo alguna amenaza.

Buscó en los bolsillos restantes, sin encontrarlos. Un recuerdo llegó a su cabeza; Él dejando sus audífonos en la mesada alta de la cocina.

— Mierda —. Susurró, su mochila volviendo a su espalda.

Sus labios se abultaron, creando la típica mueca que hacía Hoseok cuando se encontraba molesto o enojado.

Suspirando, se detuvo al ver el semáforo en rojo.

Autos de distintos colores cruzaban por la calle, tan monótonos e iguales que era aburrido observarlos. Al no ser ya de su interés observar a los contaminantes autos, miró a su alrededor buscando por algún Omega solitario al igual que él. Tenía que admitir que se sentía un poco intimidado y asustado al estar casi completamente solo por las calles junto con los imponentes e oscuros edificios.

— Mira como nos encontramos, muñeco. — No se había dado cuenta cuando el semáforo había cambiado y había un brillante Kyoto negro delante suyo.

O el mundo tenía algo contra él, o ese idiota le estaba siguiendo.

Vamos, no te alteres, respira.”

Suspiró, rodando los ojos antes de cruzar la calle. Ignorando al de cabello azabache.

YoonGi al ser ignorado, frunció el ceño. Un sonrisa auto insuficiente se escapó de sus labios cuando sus grandes manos tocaron la bocina y el asustadizo Omega saltó en su lugar, mirando con furia al único auto que se encontraba en la desierta calle.

— ¡¿Qué mierda te pasa, estúpido?! — Hoseok se devolvió furioso, dispuesto a darle una pata en las bolas al estúpido alfa. — ¡¿Tienes algún problema conmigo, eh?!

El Omega sin temor alguno se acercó hacía la ventana del conductor observando al Alfa mirarlo con esa jodida sonrisa que tantas ganas le daban de romperla.

— Muchos. — La mirada del Alfa analizó todo el cuerpo del Omega, poniéndole inquieto con sólo eso.

Hoseok sólo bufó, calmandose. Dió media vuelta, tratando de dar por finalizada esa absurda “Conversación”.

— Oh, no, no, no. Tú no te me vas. — YoonGi salió con rapidez del auto alcanzando a Hoseok; tomándole de la muñeca para girarlo y echarlo sobre su hombro.

— ¿Q-Qué?... ¡¿Qué mierda haces?! ¡Bájame, Alfa estúpido y mal educado! — Hoseok se sacudía como podía, pero ni siquiera así lo soltaba, le golpeó el trasero, pero ni siquiera eso sirvió. Sólo recibió uno de vuelta.— ¡No, no! ¡Yo no voy a entrar allí! — Al momento de que YoonGi intentó meterlo al auto, las fuertes piernas de Hoseok se colocaron en cada extremo de la apuesta, impidiendo meterle dentro.

— Joder, Omega pon de tu parte y todo será más fácil. — El azabache farfulló, agarrando con su única mano libre por los muslos al más bajo con fuerza, cerrando sus piernas y metiéndole dentro cerrando a la vez la puerta con seguro de niños.

Corrió hacía el otro extremo, metiendo de nuevo al Omega en el asiento del copiloto antes que escapara por su lado.

Pasó sus fuertes brazos por frente del rostro de Hoseok, dejándole paralizado y asustado. Con el corazón en la boca sin saber que le haría aquél Alfa.

Cerró sus ojos, sin saber que esperar.

Click.


Y YoonGi le había puesto el cinturón de seguridad.







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⏰ Última actualización: Dec 14, 2017 ⏰

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