Capítulo 1

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Capítulo 1

"Sinfonía de recuerdos"

Salí al jardín trasero por flores, el sol comenzaba a salir. El otoño es una de las estaciones que hacen ver la casa cálida y acogedora. Las dejé en la isla de la cocina y fui al sótano por la caja de jarrones de otoño, de paso tomé la vajilla a juego con los que irían en el comedor. Coloqué cada jarrón en su lugar.

Se sentía bien decorar la casa, y era de las pocas cosas que me gustaba hacer realmente aquí. Corté con cuidado cada una de las flores eliminando la mayoría de las hojas del tallo, las coloqué por tamaño y color, até los tallos y me dispuse a subir las escaleras con las flores sobre una bandeja para ponerlas en su lugar, comencé en las habitaciones y seguí hasta volver a la cocina. En la caja donde traje los jarrones, guardé los que antes ocupaban su lugar, y lo mismo hice con la vajilla, saqué la nueva y guardé la vieja llevando ambas cajas al sótano. El sol entraba radiante por la pequeña ventana, una sonrisa se posó en mis labios, hermoso.

Un suspiro dejó mis labios y sacudí la cabeza concentrándome en lo que debía hacer.

Me arreglé para ir al colegio y salí de la casa. Caminé calle abajo hasta estar en la parada de bus que se encontraba frente al conjunto residencial. Subí al bus y me busqué un lugar libre saludando a algunos chicos con los que estudiaba, y otros de cursos inferiores; los chicos del equipo que gritaban como locos mientras bromeaban entre ellos.

_ ¡Amelia! – gritó Brodie Jonhnson desde la parte trasera del bus. Mi entrecejo se frunció ¿Qué hacia aquí si él tenía auto? – Sientate con nosotros, no seas aburrida.

Me reí mientras caminaba hasta él, me hizo un lugar.

_Buenos días, chicos.– Todos respondieron a coro y volví a reir.

***

La mañana pasó con rapidez y las clases fueron sencillas. Agradecía que la última fuera arte y no matemáticas. Me dirigí a paso lento hasta el salón de arte, ya había pocas personas en él, entre ellas, Brook. Me saludó con una sonrisa y señaló el banquillo a su lado, comenzó a hablar acerca de la fiesta que hubo en su casa ayer por la noche, era increíble que a pesar de pasar toda la noche bebiendo y bailando, sin mencionar su resaca, mostrara una sonrisa y hablara sin parar.

_ ¿Qué es eso? – Pregunté viendo caballete; en medio del lienzo en blanco había un par de ojos, estaban dibujados a lápiz, no había color en ellos. No era para esta clase, ya que solo pintamos frutas y flores.

_ Es un proyecto para mis clases de pintura.– Dijo mirando el dibujo con una mueca en los labios.

_ Es muy bonito.– Dije con sinceridad, a pesar de no entender el significado de la pintura, ella me sonrió y miró el lienzo por un rato sin decir nada.

El profesor entró a dar la clase. Después de una hora y algo más, ya había terminado mi cuadro, era un arreglo de tulipanes idéntico al que se encontraba en la oficina del director, no importaba la época del año, siempre tenía uno de esos. El profesor miró mi pintura y sonrió asintiendo con la cabeza.

_ Bellísimo, como siempre, Amelia. – Le agradecí y salí con el cuadro hacia el pasillo. Justo a ambos lados de la puerta se encontraban los mejores cuadros, al menos de este año escolar porque los mejores cuadros que han sido creados por los alumnos desde que se fundó la escuela, se encuentran en el museo del segundo piso. Colgué el cuadro en un lugar libre, y vi por el rabillo del ojo como Brook colgaba el suyo. Lo observé con detalle y le regalé una sonrisa. Era un manzana mordida, obviamente tenía su doble sentido, claro que los trazos eran enérgicos y libres; por todos lados se veía que era una pintura de Brook.

Los secretos de Amelia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora