Capitulo Unico.

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Cuando va a visitarte siempre llora, aunque quiera ocultarlo de mí, siempre me percato de sus lágrimas de cristal que abandonan sus ojos para caer sobre las flores que al pie de tu lápida cada semana deja descansar.
De niña creí que la herías, que eras malo por hacer que derrame aquellas pequeñas gotas traslúcidas que se suelen desprender cuando nuestros sentimientos nos agobian o son tan extremos que nos obligan a llorar, creí que eras malvado por habernos dejado solas.. pero cuando ella se calmaba y sonreía me decía tantas cosas bonitas de ti que mi enfado desaparecía y hasta podía sentir mi corazón crecer.

No sabía que pensar, me vivía confundiendo hasta que un extraño sentimiento me rodeaba, aún sin saber lo que estos significaban a esa corta edad, yo sentía que.. te amaba tanto como a mamá.

Recuerdo haber molestado miles de veces a mis hermanos mayores, Shika, Ino y Chōji, tus alumnos, a quienes les preguntaba como habías sido tú con ellos, si eras buena persona y dabas buenas clases y cada uno tenía una forma de decir cosas de ti que me ilusionaban, me enorgullecían y a la vez.. me dolían.

¿Por qué la vida jamás permitió que yo pueda conocerte? Solo te veía en mis sueños, fumando y llamándome pero cuando intentaba llegar a ti.. desaparecías. Imaginó siempre el cómo será tu rostro en persona, mamá dice que hay cosas en las que me parezco a ti, dice que con el paso de los años yo he adoptado gestos que tú hacías cuando tenías mi misma edad. Sé que jamás obtendré respuestas a las preguntas que yo misma me hago, ya que la vida decidió llevarte y a mí dejarme la duda en el corazón.

No, jamás pude verte en otros lugares que no sean imágenes o simples sueños creados por mi imaginación, no sé que tan profundos podían llegar a ser tus ojos o si olías mucho a tabaco, no pude ver que tan grande eran tus manos y si al agarrar la mía sería cálida y me sentiría protegida.

En mi infancia, me hubiese encantado poder subirme a tus hombros e ilusionarme al pensar que podía alcanzar el cielo mismo como todos los niños de mi edad hacían. Mi madre jamás faltó pero al ver a los otros con sus respectivos padres.. me hacía sentir un vacío en el pecho..

Nunca tuve a nadie que me defendiera cuando mamá se enojaba y me regañaba.
Ahora no podré tener a nadie que me escoja los novios o me contenga cuando un chico rompa mi corazón.. o mejor dicho.. si lo podré tener, pero nunca nadie como tú

Cada anécdota, cada simple dato sobre ti me alegraba y hacia que te admirase muchísimo más.

Aunque sabia era imposible, siempre desee poder haberte conocido. Ingenié planes para tener la posibilidad, le rogué a Dios que me lo permitiera y le pregunte a los otros si había alguna manera de poder conocerte pero eso no tenía ninguna salida y.. me rendí.. por ahora.

Pero por favor, no creas que esto es un reproche de una adolescente despechada por no poder conocer al padre que la vida le quito ¡todo lo contrario! Aunque no pude abrazarte, no pude besarte, no pude decirte cuánto te amo y ni escucharte leerme cuentos para dormir, seguir tus consejos o entrenar contigo, sé que sabes cuanto te aprecio y creeme que cuando mamá dice que siempre estás en mí, en mis cosas, en mis principios, en mi forma de ser... siento tanta alegria en mi corazón ya que.. Eres un fundamento de vida.

Yo quiero agradecerte.. por haberme hecho tan fuerte, gracias por todas tus hazañas y por hacerme sentir orgullosa de la sangre que corre en mis venas, tú, el abuelito y mi primo son un gran orgullo y.. ¡mi meta es enorgullecerlos y llevar el apellido Sarutobi aún más a la cima!

¿Crees que podré hacerlo? Sea como sea, lo lograré y tú me verás desde allí arriba.
Quiero que sepas que.. en realidad.. por ti hasta hubiese aguantado el olor al tabaco en toda la casa con tan solo tenerte.


Aún así.. yo, Mirai Sarutobi de Konohagakure, estoy agradecida de ser tu descendiente y tener tu misma sangre, Asuma Sarutobi ó más bien.. padre.

Te amo y lo seguiré haciendo hasta el fin de mis días, en donde nos veamos por primera vez y seamos una familia completa.

Sangre.» ms. osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora