No entendía nada, parecía que su cabeza ahora mismo estaba viviendo una pesadilla. Una pesadilla que empezaba a agobiarla muchísimo.
- No me puedo creer que vayas a hacerme esto, ¡yo no tengo la culpa de tus problemas! ¡Al contrario, intento ayudarte en todo lo que necesitas!
- Pues déjame, yo nunca te he pedido ayuda.
- Joder, ¿no te das cuenta de lo que estás haciendo?
- Necesito dejar todo esto atrás, no me lo pongas más difícil.
Estaba sufriendo, llevaba un buen rato intentando convencerle de que se quedase, no sabía como podría seguir sin él. Y es que aunque haya sido la mayoría del tiempo con ella un completo estúpido, lo quiere, y ha acabado enamorada de él.
- Está bien, haz lo que quieras. Espero que te vaya todo mejor sin nosotros, y sin mí. Al parecer hemos sido un estorbo desde que llegamos a este puto edificio.
- Lo siento, pero mi decisión está tomada. Te juro que lo necesito, no hago esto porque sí.
- Está bien, no pienso esperarte, ni pienso preocuparme más por ti. ¡Eres un cobarde!
Después de esas palabras, se quiso convencer de que iba a olvidarse de él y de lo que habían vivido juntos. Es un egoísta, solo se preocupa de él mismo. Ni siquiera ha pensado en ella, sabe de sobra que la quiere aunque nunca se lo haya demostrado.
- Si vuelves, espero que no sea demasiado tarde.
- No sé si voy a volver.
La expresión del chico es triste, algo habitual en él desde las últimas semanas. Pero tiene claro que se va, tomó esa decisión hace unos días. Unos días en los que ha estado ausente de todos los demás chicos, especialmente de ella. Sabe que ella es una de las pocas personas que puede convencerle para que no se vaya.
- Te vuelvo a repetir, no me vas a convencer de que me quede.
- Está bien.
La chica ha acabado llorando, no sabe ya que hacer, ni como reaccionar. Lo odia.
- Muy bien, vuelve cuando quieras, si es que algún día lo haces. Espero que te vaya estupendamente.
- Lo mismo te digo, siento mucho todo esto. De verdad. Por favor, espero que algún día me perdones.
- Lo que tú digas.
Lo miró una última vez a los ojos y se dirigió hacia la puerta para entrar al edificio. No piensa mirar hacia atrás.
Él, en cambio, decide dejar las maletas y entrar de nuevo a la entrada.
- ¡Espera! Necesito que me entiendas.
- Y yo necesito que te alejes de mi. Eres un cabezota, solo miras por el bien tuyo.
- ¡Joder, entiéndeme!
Ella en cambio, está muy cabreada con él y decide darle un pequeño empujón para alejarla de ella.
- No, vete. Vas a perder el avión, y lo más importante, una nueva vida. ¿No?
Él, sabe que ella no va a entrar en razón, pero de todas formas, se acerca a ella y decide dar un pequeño beso en los labios de la chica.
- Hasta siempre.
Antes de que ella pueda responder, vuelve hacia fuera y recoje sus maletas. Ve de lejos el taxi, ya está aquí para llevarle hacia a El Prat. Sabe que se acabará arrepintiendo de lo que va a hacer, pero ya no tiene vuelta atrás.
Espera volver algún día, edificio 20.*Holi, aquí os traigo el epílogo.*
*Ya me diréis en los comentarios que os parece, ¿eh?*
*Venga, muchos besitos.* ❤*Por cierto, llamarme Carla, estoy para lo que necesitéis.*
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🔊 Edificio número 20.
Novela JuvenilEl edificio número 20 situado en la Ramblas, Barcelona, bloque 1. En estos pisos te podrás encontrar las historias de varios estudiantes, en las que predominan el amor y la amistad. ¿Te atreves a adentrarte a esta historia? 💜