Había ido muy lejos,Tae lo supo cuando vio al menor ponerse incómodo mientras el veía sus labios,por lo cual bajo de sus piernas de un salto.
-Lo vez mocoso?,no es tan difícil-dijo revolviendo su cabello solo para molestarlo.
-No es difícil porque tú eres hombre y no eres Irene.-contestó el menor con obviedad,sin notar que el corazón de su amigo dolía con cada palabra.
-Mmmm entonces escríbele una carta y ponla en su casillero-dijo el castaño algo desanimado
-Es buena idea
-Claro,es mía.-contestó en el mismo tono justo cuando la madre del pequeño entraba.