Introducción: aquél día del pre-otoño...

379 30 7
                                    

Introducción: aquél día del pre-otoño...

Últimos días de verano, segunda semana de haber empezado las clases. 19 de Septiembre del año 2017.

Era un lunes como cualquier otro para Lucía, levantarse temprano y darse una ducha tibia para intentar poner su cuerpo en el ambiente casi otoñal de aquella ciudad española, era lo que debía hacer, no obstante, no fue así. La noche anterior se había acostado muy tarde por desvelarse dibujando lo que salía de su imaginación. En su cuarto se encontraban cientos de dibujos pegados en la pared, una decoración original y única, después de todo, ningún dibujo es igual a otro.

Al haberse acostado tarde, su cuerpo reaccionó teniendo el mismo procedimiento en la mañana, haciendo que luego de que se duchase y se vistiese, fuese corriendo hasta el instituto.

                                                                           oOooOoOooOooOo

La adolescente siempre había optado por los lugares más expuestos del salón, aquellos siempre estaban rodeados de mujeres, los chicos normalmente al ser más pesados, eran ubicados atrás. Eso la hacía prevenir sus frecuentes ataques de pánicos, cada vez que uno... se acercaba demasiado a ella...

—¡Guapa, seguro que los que se hacen pajas pensando en ti, mueren de sobredosis! –La sorprendió un compañero.

Ya Lucía había empezado a temblar, sus manos sudaban y sus mejillas estaban totalmente rojas de la vergüenza. No solo eso, unos recuerdos empezaron a invadir su mente...

La imagen de una niña pequeña empezaba aparecer en su cabeza, la niña gritaba por auxilio, otros dos niños con una voz más fuerte, arañaban unas paredes grises intentando salir, la criatura que era ella, se iba desvaneciendo poco a poco. Desde hace más de diez años, cada vez que una persona del sexo masculino se acercaba a ella, ese pequeño fragmento se volvía a reproducir, haciéndola gritar por ayuda...

—¡Ayuda!—Gritó a todo pulmón

Se escucharon risas.

—Joder, Juani, ¿a esta qué le pasa? Si ha sido solo un piropo para alegrar la mañana—Se burló una morena con la melena ondulada y unos brillantes ojos esmeraldas. Hice un sonido con la lengua—Desde que te conozco en la ESO, has estado gritando cada vez que un hombre se te acerca, para ya, que no muerden... al menos que se los pida-Guiñó un ojo.

—No lo sé, María—Pronunció el castaño de forma sensual, una sonrisa picara se forma en su rostro, lentamente se acerca al cuello de la morena, clavándole los dientes—No le mientas, yo no te he perdido permiso.

Los dos jóvenes empezaron a liarse. Lucía intentaba calmar su respiración mientras otros compañeros seguían riéndose de ellas, otros pocos la ignoraban y pasaban de su existencia.

                                                                           oOooOoOooOooOo

Luego de unos veinte minutos, unos veinte malos minutos para Lucía, la profesora de psicología había decidido llegar a clases, no obstante, la mujer de grandes gafas, cabello rubio y una figura esbelta decorada con su ropa formal oscura, no venía sola, un jovencito moreno, muy encantador para la mayoría de las chicas anunciaba su presencia. Aunque a Lucía no le causaba esa impresión, le daba terror.

—Lamento mi tardanza—La profesora observa a sus alumnos en señal de que se levantaran de sus cómodos asientos, estos obedecen.—Como verán, no he venido sola, os traigo un nuevo compañero, su nombre es Adrián Castro, ha sido trasladado desde otro instituto por algunos motivos...—La educadora observa de mala manera al adolescente—Espero que os llevéis bien con él—señala un asiento vacío, el cual está bastante lejos de la jovencita, para su buena suerte.

En el salón se podían sentir las hormonas de las chicas entre los dieciséis y dieciocho años, las cuales estaban como locas al ver un cuerpo tan marcado como el de Adrián, más el toque sensual que le daba esa sudadera gris atada en sus piernas, se volvían totalmente locas. Respiraba un aire de simpatía, pero a la vez de buenas aventuras. No estaban tan equivocadas en sus pensamientos. El joven de tez trigueña pasaba por el medio de las jovencitas, intentando ocultar sus hoyuelos, después de todo, sabía lo que cada una de ellas se imaginaba. Sin embargo, aunque pareciese un mujeriego, no estaba interesado en lo más mínimo en jugar con las chicas, al contrario, era una persona muy entrometida que solo quería divertirse con sus amigos y pasarla bien. Por eso hecho, junto a su curiosidad, había sido expulsado de su anterior instituto, además de haber repetido tercero de la ESO.

—Callaos ya—Ordenó la profesora, después de todo el balbuceo era inminente—Os tengo una novedad, un trabajillo práctico de psicología. Llevamos dos semanas de clases, por lo que se han de conocer algunos, por lo que pido que os pongáis en pareja de a dos y que una vez que hayan decidido, me aviséis así os doy las consignas.

Los balbuceos, ahora acompañados de quejas volvieron. Luego de ocho minutos, la mayoría había decidido con quien trabajar. Como era costumbre desde hace años para Lucía, no tenía pareja con quien trabajar.

—Pues, como no me avisáis, os pido que levantéis las manos quienes tengan compañero.

Toda la clase había levantando la mano, menos dos personas...

—Lucía, trabajaras con Adrián quien también no tiene compañero. Parejas decididas, os entregare las fotocopias—Acotó muy decidida.

A pesar de no tener a el chico cerca suyo, el solo imaginarse que tendría que trabajar con un hombre, le ponía los pelos de punta. Intentaba calmar su respiración, mas, no podía. Los recuerdos volvieron aparecer en su mente, estuvo a punto de gritar, pero no pudo, había sido callada con una mano en la boca, la cual, ya se podía imaginar de quien era...

                                                                               oOooOoOooOooOo

Nota inicial:

¡Hola, me siento muy feliz de presentarme, mi nombre es Daiana y soy la creadora de esta novela. Esto ha sido tan solo una introducción, y como toda introducción, dejare bien en claro que contendrá esta historia:

-Tocaré temas como la ansiedad y la depresión, hablare sobre la bipolaridad, sobre la anorexia y la bulimia. Sin embargo, me enfocare más sobre este trastorno de ansiedad que es la Androfobia: el miedo a los hombres, como ya habrán leído en la descripción de la novela. Este trastorno es real y existe, surge como consecuencia de hechos traumáticos y no solo se produce en mujeres, sino que algunos hombres, ¿irónico? Te puedes temer a ti mismo.

-La trama amorosa de esta novela no es como las otras. La protagonista deberá recoger pieza por pieza, buscar en su memoria, los recuerdos de ese pasado, necesita saber lo que sucedió, recuerden que no logra recordar, (valga la redundancia) aquel incidente tan atroz...

-Esta novela es de ficción. No me ha pasado a mí, como algunos pueden suponer, me he inspirado en todas esas personas que sufren de esta ansiedad, me he inspirado en personas que puedes ser tú en el futuro o yo.

-Si esta novela logra florecer, tendrá más libros, no lograre desarrollar todo aquí.

-Tengo algunas faltas ortográficas y hasta de tipeo.

-Les aseguro, que podrán identificarse con algún personaje, he puesto una pisca de mi en cada uno, a Lucía le gusta dibujar, a mi también.

-La historia se desarrolla en España, pero yo soy de Argentina. Así que sí, puede que me salga mal algo. Corríjanme.

Y ahora por último, ¿qué ha parecido esta introducción?

                                                                            oOooOoOooOooOo        



                                     Escribo en neutro porque queda más chenchual.

Asimétrico recuerdo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora