Diferente... boku no hero academia

Capitulo 8

Después de que Enji tuviese todo preparado, empezó a contratar a un maestro a Hana. Shouto miraba a su padre intrigado, desde hace algunos días se comportaba de manera extraña ya casi no le daba sus lecciones diarias y juraría que duraba más tiempo fuera de casa que adentro, lo cual lo tranquilizaba y ala vez lo ponía nervioso.

Cuando su padre hacia eso, quería decir que traía algo entre manos y eso a Shouto no le gustaba.

Después de algunas semanas tranquilas y sin ningún problema por parte de Enji, Shouto se encontraba en paz al igual que Hana la cual entrenaba con el cuando no tenían nada más que hacer. Unos días después,  Hana se despertó al sentir que la tomaban en brazos y cuando miro a su atacante, se dio cuenta de que se trataba de Enji, el cual al ver que estaba despierta le dio un golpe en la cabeza lo suficientemente fuerte para que se desmallara. 

Enji le comunico a sus hijos que Hana no estaría en la casa hasta nuevo aviso, debido a eso Shouto empezó a aislarse, lo cual ponía a Enji de una manera terroríficamente feliz. Shouto se volvió una persona fría y distante, mientras que Hana se volvió una persona juguetona y carismática,  ya que le gustaba molestar a su maestro, el cual sacaba de sus casillas de vez en cuando ganándose uno que otro puñetazo por molestarlo.

Fueron pasando los años, en esos años no tuvieron mas contacto, Shouto se aleja más de su familia y se dedicaba a entrenar y a odiar más a su padre. En cambio Hana se divertía molestando a los sirvientes de la casa y a su maestro, el cual le salían muchas venas al ser interrumpido o ganándose una que otra broma por parte de las travesuras de Hana. Pero de no ser así,  el maestro de Hana hubiese muerto de tristeza al perder a su hijo en un acto heroico y siendo olvidado con el tiempo. Hana fue capaz de hacer olvidar la tristeza de perder un ser amado,  pero la herida estaba presente.

Tiempo después, Hana fue colocada en una institución en donde conoció a Izuku Midoriya, un chico sin particularidad que era molestado por sus compañeros de clase por no ser como ellos. Pero Hana lo defendía de cualquiera que se burlara de el, el problema era un séquito de idiotas que molestaban a Izuku, uno en particularidad llamado Katsuki Bakugou.

Ya en clase:

-Bien alumnos, quiero que hagan equipo de dos para que expongan acerca de cierto héroe que les pondré en un papelito que ustedes sacaran, están de acuerdo? De esa manera no pelearán por un héroe que ustedes hubiesen querido- comento de manera despreocupada su maestro a los alumnos que empezaron a hacer equipos de dos.

Izuku era ignorado. Tratando de tener un equipo les comento a sus compañeros si querían juntarse con el. Pero ellos, o decían que ya tenían equipo cuando no tenían o decían que no querían saber de un sin individualidad.

Completamente deprimido, se sentó en su pupitre en la espera de que acabará la clase, pero siento un peso en su hombro y miro a una chica de pelo café y ojos cafés la cual lo miraba con una sonrisa. Izuku también sonrió y ambos hicieron equipo para realizar el proyecto.

Una persona miraba con enojo y resentimiento a Izuku y Hana. Los cuales estaban realizando el proyecto.

Bakugou no se olvidaría nunca como esa estúpida de Hana le quitó su entretenimiento, cada vez que se acordaba le daban unas ganas de estrellarle su quirk en la cara.

FLASH BACK:

Era un día soleado. En un edificio en la parte de la entrada, se podía ver que se encontraba un niño llorando mientras se agarraba su brazo adolorido, mientras que delante de ese niño se encontraba otra persona temblorosa y asustada. Tratando de hacerle frente a una pandilla de niños.

- Eso es cruel kaachan, no puedes ver que esta llorando ¡¡si vas a seguir y - y - yo jamás te lo perdonaré!!– comento un niño de pelo verdoso, con la voz temblándole por el miedo. Aun así se posicionó en pose de pelea cuando sabia de antemano que no podría con el. Los niños que estaban con el tan aclamado “Kaachan” se le quedaron mirando al niño de pelos verdes como sorprendidos de su acción.  Pero luego el tal “Kaachan” sonrió mientras preparaba su quirk al igual que los que estaban con el.