Daddy | ChanBaek Mpreg [One Shot]

Daddy II

Baekhyun subía por el ascensor hacia el piso en donde trabajaba Chanyeol, llevaba consigo una merienda para el alto, ahora le gustaba llevarle cosas a Chanyeol mientras trabajaba, lo hacia sentir como un verdadero esposo a pesar no estar casados.

Estaba tranquilo y sereno cuando tres chicas subieron al ascensor y empezaron a verlo, a hablarse entre ellas mismas. Baekhyun no le dio importancia al principio porque siempre era motivo de envidia hasta para las chicas, pero su paciencia se fue al demonio y las miró de pies a cabeza.

-¿Se puede saber que tanto hablan de mí? -fruncía sus labios de lado y una de sus manos iba a su cintura.

-No hablábamos mal de ti, -habló una de las chicas- solo veíamos tu rostro que se ve tan suave y pensábamos en como le haces.

-Ah, eso -sonrió y se acercó a ellas con intensiones de susurrar, ellas se acercaron y esperaron al contrario- la leche, eso es el secreto, pero no cualquier leche de vaca, cabra, burro lo que sea.

-¿Sabes en donde la podemos encontrar? -preguntaba otra de las asombradas mujeres.

-No hay, solo existe un proveedor y este niño lo encontró, así que quedarán feas y arrugadas el resto de sus vidas -con una sonrisa salió y las dejó pero en segundos ellas salieron después.

-¿Ya viste que guapo vino Chanyeol? -se hablaban entre ellas mismas sin saber que Baekhyun lograba escucharlas.

-Hoy traía un aroma dulce y varonil -se escuchaban risitas de las tres mujeres. Baekhyun estaba que ardía de los celos, porque era él quien vestía a Chanyeol.

-¡DADDY! -alzó la voz lo suficiente para que las damas lo lograran escuchar cuando Chanyeol salía de su oficina

El alto pelinegro salió y se encontró con uno de sus colegas de la empresa, este al notar la clara voz de Baekhyun llamó a Chanyeol con una sonrisa burlona.

-Oye, parece que ya sé a que juegan ustedes -reía el adverso de piel oscura.

-Calla, es que le quiere enseñar inglés a los niños y se le quedó esa palabra -le dio un codazo al adverso y caminó hacia su pequeño novio que casi corría a sus brazos.

-Daddy, hoy te traje pastel del que tanto te gusta -le entregó el postre en las manos.

-Oh pequeño bebé, muchas gracias ¿Te gustaría ir a mi oficina? -susurró después de dejar un beso en los cálidos labios ajenos.

-Mmm daddy, ya te habías tardado -le dedicó una de tantas miradas llenas de perversidades. En segundos, aquella oficina se cerró.

30 minutos más tarde

"¡Oh daddy! ¡Ya casi! ¡más! ¡Baby quiere más! ¡Daddy entra más, más! ¡dale que no estoy embarazado!"

-¿No que las oficinas eran a prueba de sonido? ¿alguien es capaz de escuchar eso? -dijo un empleado cerca de la oficina lujuriosa.

-Quizás no se han dado cuenta que encendieron los altavoces -respondió una empleada más.

-Y que todos los estamos escuchando -añadía a la conversación un joven más.

¡Saca la leche daddy! ¡estoy necesitado de ti! ¡oh eres una bestia! ¡mi bestia! ¡¿De donde sacas tanto?! ¡empuja fuerte!