muévete para mi ✨

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Cuando JongIn cerró la puerta de la sala de prácticas detrás de sí, lo hizo con la satisfacción embargándole el cuerpo por completo. Sabía que a esas horas de la noche encontraría a su Hyung practicando arduamente la coreografía que presentarían en un par de días en los programas de Música.

Para JongIn, KyungSoo se estaba esforzando quizá el doble que los demás, por el hecho de que su proyecto cinematográfico se había dado a conocer y había obtenido un papel estelar, sin contar con que su personaje bailaba Tap y el bajito le estaba poniendo mucho empeño para hacerlo bien.

KyungSoo llevaba sus zapatos de baile a todos los lugares a donde iba, porque decía que siempre podía encontrar un rincón en el que podía practicar. Aunque lo cierto era que casi nunca lo hacía. JongIn siempre se encargaba de relajarlo un poco cuando llegaba a casa, darle masaje en los pies y en las pantorrillas porque estaba completamente exhausto.

KyungSoo había estado ensayando Tap por horas y después asistía a ensayar las coreografías del grupo, y sin embargo algunas noches se quedaba un poco más para practicar algunas cosas, porque otra vez le había puesto una de esas coreografías sensuales que él sentía que no le salían muy bien.

KyungSoo quería ser sexy en el escenario y se esforzaba por bailar mejor, le ponía tanto empeño que el simple hecho hacía que el corazón de JongIn retumbara en su interior con fuerzas. Para el moreno, KyungSoo era la persona más atractiva sobre el planeta, con el solo contoneo de caderas lo encendía y lo ponía a jadear de solo imaginarlo ensayando solo frente al espejo de la amplia habitación, con The Eve retumbando entre las cuatro paredes mientras que él se meneaba al compás de la melodía sensual.

Suspiró cuando se recargó sobre la puerta, la habitación estaba poco iluminada, solo lo suficiente como para que la parte donde su Hyung estaba se observara con perfección. Desde las sombras JongIn se decidió a ponerle seguro a la puerta, mordiéndose los labios gruesos y sintiendo hervir la sangre en sus venas cuando KyungSoo al ritmo de la música, meneó las caderas un par de veces, pasando sus manos por la parte frontal de su cuerpo para acariciarlo gentilmente.

El bajito abrió las piernas lo más que pudo y flexionó las rodillas, levantando las manos por encima de su cabeza mientras sus caderas iban hacia adelante y hacia atrás en un movimiento exquisito ante los ojos brillantes de JongIn.

Decidió que ver a KyungSoo desde las sombras podría ser para él el mejor de los espectáculos, seguramente en cualquier instante su trocito de cielo comenzaría a despertar y le pediría atención. KyungSoo sabía lo que hacía con cada mirada penetrante que le daba a su reflejo en el espejo bendito que tenía frente a él.

JongIn sintió que la garganta se le secó al instante y lo supo, que no podía simplemente ser un espectador. Su cuerpo vibraba de emoción, pidiéndole que se acercara, que lo sorprendiera y que le ayudara. Seguramente KyungSoo estaría más que complacido, seguramente estaría esperando a que él viniera para apoyarlo.

Pese a que sus pensamientos pudieran sonar demasiado pretenciosos, JongIn más allá de la necesidad física que sentía en ese instante, sabía que KyungSoo necesitaba de su apoyo de cualquier manera. Y él como el buen novio que era estaba dispuesto siempre a apoyarlo y a ayudarlo.

Con el corazón latiendo a mil por hora, decidió dejar la puerta atrás y comenzó a moverse sigiloso, como un depredador que ha visto a su presa y que se prepara para atacar, como un lobo que no le dejará escapatoria para huir.

Al ritmo de tu cuerpo ❀ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora