Primer parte.

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Otro día igual al anterior  piensa Yixing mientras golpea los palillos contra el plato de comida fría que se encuentra frente a él.

Nada ha cambiado en las últimas dos semanas. Sus días se habían resumido en esperar ansioso la llegada de Sehun luego de que éste terminara su jornada laboral.

Cuando el joven coreano cruzaba la puerta, le miraba por encima del hombro y murmuraba un simple Hola Yi, estaré un momento en la oficina, puedes cenar si gustas, no sé cuánto tardaré antes de depositar un suave beso en su coronilla y encerrarse en su oficina por horas; bastantes para el gusto de Yixing.

Al principio no le importó, sabía que Sehun tenía un trabajo importante y había veces en las que no podía concluir con ese trabajo en su oficina, claro que lo entendía ¿quién era Yixing para renegar de las obligaciones de su pareja?

Lo que molestaba la estable serenidad de Yixing era que después de salir del cuarto de oficina a horas muy altas de la madrugada, Sehun se limitaba a tomar un baño y acostarse en la cama que compartían, le daba la espalda y dejaba que el sueño se adueñara de su cuerpo.

Y eso era todo.

No platicas, no miradas fugaces, no roses de manos, no caricias debajo de las sábanas, no besos esporádicos, ni mucho menos un Buenas noches mi amor.

Absolutamente nada de nada.

Yixing conocía las consecuencias del estrés laboral, sabía que de vez en cuando las personas necesitaba tiempo para sí mismo y descansar de la gente, claro que estaba de acuerdo con eso, pero ¿dos semanas? ¿Quién se creía ese tal Oh Sehun para encerrarse por horas en el despacho y olvidarse de su pareja así como así?

Estaba exasperado, si hubiese sabido que terminaría con esa ansiedad debido a la ausencia del contrario, quizás hubiera pensado más de dos veces el siquiera acercársele la primera vez que lo vio.

Sonrió con melancolía al recordarlo.

Desde que lo conoció en aquella biblioteca, Yixing se dio cuenta de lo especial que era aquel chico. Sehun tenía pilas y pilas de libros sobre lenguas muertas, historia antigua, filosofía griega y sin importar la época del año, cargaba siempre con un rostro tétricamente serio y un vaso de té con bolitas de tapioca que siempre terminaban desechadas en el basurero.

Yixing a diferencia de Sehun, se entretenía leyendo libros de poesía o simples novelas románticas para señoritas porque Yo soy muy hombre, pero si alguien como Chanyeol llega a mi vida, no me importaría cambiar mi nombre a Baekhyun.

Yixing recuerda el día en que se atrevió a acercarse al chico del vasito de tapioca.

Sus piernas temblaban debido a los nervios. Sehun era un chico bárbaramente guapo y tenía un gran parecido con su personaje de novelas favorito porque era alto, misterioso y sobre todo ¡tan extranjero!

Con el corazón en la boca y los testículos en el pecho, Yixing toqueteó ligeramente el hombro de Sehun, en cámara lenta vio el recorrido de la nítida luz sobre la suave piel del chico. Yixing recuerda que se sintió casi muerto cuando Sehun se quitó el auricular derecho y con una suave sonrisa le dijo Hola

En ese mismo instante Yixing supo lo que realmente significaba sentirse vivo. Porque la sonrisa de Sehun era eso; vida en su estado más puro.

Con el paso del tiempo, de las pláticas, los roces suaves y miles de miradas, Yixing pudo saber mucho de Sehun; detrás de ese rostro inexpresivo se encontraba una cajita de sorpresas.

Zhānwàng (谵妄) Delirio [SeXing]Where stories live. Discover now