Segunda parte.

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Los días pasaron con extremada normalidad, la tediosa rutina engañosa en la casa continuaba como si nada. Sehun llegaba, fingía prestarle un poco de atención al editor con sus ojos de mafioso y pasaba a encerrarse por horas hasta la madrugada en la oficina.

Por su parte Yixing actuaba como si no supiera la cochina verdad de Sehun. Para él, Sehun sólo avanzaba en casa el montón de trabajo que no terminada en su edificio y fingía estar bien con eso.

Si claro, cómo no.

Así se la vivió por días enteros, viviendo con fingida tranquilidad, esperando en silencio el día del atraco.

El día viernes, al hacer aparición el sol por la ventana de la pareja y acariciar alegremente sus rostros con sus cálidos rayos, Yixing despertó con la mejor noticia de su vida.

Hoy es el día

Se escuchó una voz dentro de su cabeza. Yixing recuerda con cariño las veces que su madre solía susurrar en su oído que esa voz en su mentecita era algo llamado "instinto" y cuando este se aparecía en la mente, se le debía escuchar con atención.

Con ansías esperó pacientemente durante su mañana y tarde.

Yixing estaba dentro de una compañía editora, su trabajo consistía en monitorear desde su cómodo hogar los avances que tenían los autores a su cargo. Solía tomar una taza de café y su manta preferida para pasar horas y horas frente a su equipo de computación. Odiaba con todas sus fuerzas a los autores que no cumplían con su plazo, por otro lado, tenía en su lista rosa a los autores que siempre entregaban sus borradores en tiempo y forma.

Las personas de su empresa lo adoraban, era alguien amable y sumamente atento, aún con frustraciones y odios momentáneos, solía enviar un pequeño ramo de flores o cajas de dulces con notas de ánimos a los autores a su cargo cada vez que terminaban un escrito.

No podía quejarse de tu trabajo, tenía un buen salario aparte de tener la ventaja de ser de las primeras personas en leer alguna novela o secuela que fuera de su gusto sin tener que esperar a que los libros fueran publicados. Todo era legal y aparte él recibía un pago.

El día se pasó con normalidad, cuando llegó la hora de comer, alistó las cosas como acostumbraba. Colocó sólo un plato en la barra de la cocina y esperó a que la puerta hiciera ese conocido sonido, anunciando la llegada de Sehun.

Primero paseó sus dedos por la barra, luego de un rato empezó a tocar canciones como si la superficie fuese un piano. Al final estaba tan aburrido que empezó a morder sus propios dedos, hasta que el sonido de su celular interrumpió su importantísima actividad.

Abrumado, abandonó la cocina y se desplazó con rapidez; llegó hasta el aparato y lo tomó con rudeza. Lo desbloqueó en un rápido movimiento y le causó sorpresa ver el nombre de Sehun en la pantalla.

- ¿Sehun? -Contestó un poco preocupado-. ¿Pasa algo malo? ¿Le pasó algo malo a Luhan? ¿Por qué no has llegado? ¿Necesitas ayuda con algo? ¿Quieres que te recoja? -una loca idea llegó a su traumada mentecita provocando que hiperventilara-. ¿Te asaltaron? ¿Qué clase de mierda de ladrón te asaltó y te dejó con el celular?

Un poco exasperado siguió bombardeando con preguntas.

-Sehun por dios ¡Contéstame!

-Si dejaras de lanzar preguntas sin respirar me darías la oportunidad de contestarte Yixing -con su particular cantico sereno, Sehun le respondió desde el otro lado de la línea-. No, no, nada de eso, lo que pasa es que hubo un problema en la traducción en la cual Luhan y yo trabajábamos.

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⏰ Last updated: Jan 14, 2018 ⏰

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Zhānwàng (谵妄) Delirio [SeXing]Where stories live. Discover now