Dame Solo Una Oportunidad. [Jennie x Suga]

04

¿Qué pasaba por su mente? De alguna manera odio que venga a coquetear aquí, justamente en el local. Podría verlos en el parque o en alguna plaza...Un momento ¿Por qué quisiera verlos?

— Jennie, necesito que los atiendas, los demás están ocupados — Murmuró Nayeon mientras me miraba con suplica.

Era verdad de alguna forma el local se había llenado.— ¿Por qué yo? Empiezo a creer que solo me mandas con clientes problemáticos — Dije de forma ¿Ofendida?.

Ella rodeó los ojos — Para que negártelo — Musitó — Por favor — Me miró de manera tierna.

— Me debes muchos favores — Fue lo único que dije mientras caminaba hacia la mesa en la que se encontraba el idiota con la plástica.

— Sí, lo golpee cuando me despertó — Sonrió el de manera coqueta.

— Ya veo, que rudo — Le contesto de manera sensual la plástica.

¿En serio? Eso te sorprendió? Dios, acaso no haz tenido novio?, solo golpeó a alguien mientras lo intentaban despertar, hasta yo lo hago. Esto no es posible. Me paré frente a ellos.

— Buenas tardes... ¿Qué desean ordenar? — Pregunté de manera apagada, no me interesaba tratarlos bien.

— Oye espera linda, dilo con más ánimo, como quieres que te pida algo? Sí no me antojas nada — Sonrió. Lo voy a matar...

— ¿Perdón? — Solté — ¿Ordenaran algo o no? — Pregunté.

— Yoon Chi tiene razón — Dijo la plástica inflando sus mejillas.

— Es Yoon Gi — Soltó con fastidio el mientras recargaba su espalda en el asiento — Te lo he dicho mil veces, es Yoon Gi —

JÁ, buena chica para calmar tus hormonas ¿Eh? Lo que le hace falta de cerebro lo tenía entre las piernas ¿No?.

— Como sea, quiero una malteada de fresa — Sonrió de manera amigable la plástica. Me pregunto si así es su carácter.

— Yo quiero un cheesecake — Dijo el mientras volteaba a ver hacia el gran vidrio que dejaba ver la calle.

— Te comiste uno en la mañana...Gordo — Susurré mientras anotaba el pedido.Huí de ahí como una niña pequeña mientras el me lanzaba una mirada asesina.

— Jin ~ — Hable al individuo que se encontraba realizando otros pedidos. En cuanto lo hable me miró.

— Dime que usaste protección — Me dijo sin bajar la voz, por suerte nadie escuchó.

— Que no me acosté con el! Y baja la voz — Le susurré en forma de regaño.

— Yo creí que eras virgen — Murmuró.

— ¡Soy virgen! — Solté. Lo cual me arrepentí después ya que recibí varias miradas por parte de la gente que se encontraba ahí, mis mejillas se tornaron rojas. Por suerte la mesa en la que se encontraba Suga estaba en un rincón, no podían escuchar.

— Sí, a lenguas se te nota — Río divertido.

— Eres un idiota — Lo mire de manera fulminante.

— Uno al cual amas — Sonrió.

— Como a una madre — Conteste rápidamente mientras me dirigía a la cocina a ver si Yeri me podría dar los pedidos.

— ¡Entonces respeta a tu madre! — Escuche que dijera mientras cerraba la puerta de la cocina. Reí bajo.

— A veces me pregunto si debió nacer como niño — Escuche a Yeri mientras me observaba desde la entrada.