Me acuerdo el momento en el que nos conocimos. Yo me acerqué como una simple chica y tú tan amable sin miedo me respondiste con una sonrisa. Me acuerdo cuándo me invitaste a un café. Yo sin ninguna duda acepté y ahí es cuando comenzó todo. Iban pasando los días y tú me pediste una cita. Me puse mi mejor vestido y me maquillé lo justo para que no veas que esté nerviosa cuando estemos cenando.
"Estabas tan guapo" pense cuando te vi esa noche.
Iban pasando más días y al final decidiste pedirme salir. Más citas románticas, más tiempo juntos, más recuerdos felices que nunca podré borrar de mi memoria. Después de un año de estar juntos me pediste algo muy serio. Querías que nos mudemos juntos. Yo estaba totalmente de acuerdo ya que iba a ser un paso más en nuestra relación. Todo era tan perfecto, demasiado perfecto. Parecía un sueño.
Lo peor ahora es que me acuerdo de todo, de todo menos de tu cara. Me acuerdo de cada detalle, de cada sentimiento, de cada sensación cuando mi piel rozaba la tuya. Es horrible no poder recordar tu rostro después de ese accidente. Desapareciste enseguida. Supongo que entonces pensaba que así lo quería el destino. Que me guardaba algo mejor. Pero ahora 20 años después entiendo que ya no tiene nada mejor que darme. Entiendo que ya me dio lo mejor de mi vida. Sacrificaste tu vida para salvar la mía. Ahora siempre llevare tu corazón dentro de mi.
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Pensamientos en voz alta
SpiritualHistorias cortas sobre diferentes aspectos de la vida. Cosas diarias combertidas en pequeños textos para dar un toque diferente a lo que vemos.
