[ ^ ] Rude boy

[1]

La bomba de gelatina.

La Escuela Superior para Varones poseía los más hermosos y extensos jardines, canchas de futbol y basquetbol, gimnasios, aulas, laboratorios, talleres, auditorios y dormitorios; todo lo que cualquier "niño rico" , cuyos padres se encontraran viajando por el mundo, pudiera necesitar; pero no por eso eran menos traviesos.

—¡Imbécil, cara de sapo!— vociferó Taemin cuando, al abrir la puerta del salón de danza, un enorme globo lleno de gelatina cayó del cielo dándole justo en la cabeza; —esto no se quedará así—, masculló mientras aquél alimento viscoso resbalaba por todo su cuerpo.

—Oh, my god—, exclamó Kibum, mejor conocido como Key, cuando apareció detrás de su pelirrojo amigo; —¿qué fue lo que sucedió?

—Choi Minho. ¡Eso sucedió!—, comenzó a limpiarse el rostro con el dorso de las manos y a maldecir por lo bajo.

Kibum sólo suspiró mientras negaba, el lugar estaba hecho un completo desastre y ni qué decir del cabello de Taemin, aquél rojo brillante y sedoso ahora estaba cubierto por algo verde y pegajoso; pero eso no era lo que lo tenía inquieto, sino que esta sería otra historia aparentemente sin final.

...

—¡Así aprenderá ese tonto!—, Choi Minho, el popular mediocampista del equipo de soccer de la escuela comenzó a festejar el éxito de su travesura. Hacía unos segundos se encontraba escondido entre los matorrales, observando a través de la ventana del salón de danza esperando por su víctima: Lee Taemin, ya que, en días específicos, en punto de las cuatro de la tarde, iba a ensayar sus bailes coreográficos; y Minho, después de tomarle una fotografía con su teléfono celular de última generación se había echado a correr.

—Creo que esta vez te pasaste, hermano— le dijo Jonghyun, el defensor central del mismo equipo; —Taemin no merecía algo como eso—. Y vaya que tenía razón, esos dos sólo se había dicho cosas e insultos, pero jamás se había tocado un cabello.

—¡Bah! No seas aguafiestas, Jong— ondeó la mano, —se lo merece por burlarse de mí en la clase de japonés.

—Te corrigió— explicó mientras que de un salto bajaba de la rama del árbol en donde estaba trepado.

—Claro que no; ¿qué no oíste como se rió de mí antes de decir erigato gozaimesu?— se quejó.

Jonghyun sólo rodó los ojos, tanto por la mala pronunciación de su amigo como por lo orgulloso que era; —sí, cómo sea; nada más te advierto que Lee no se quedará con los brazos cruzados.

—Pierde cuidado; ése insecto no se atreverá a volver a fastidiarme— dijo seguro de sí mismo.

Algo lejos de allí estaba Taemin, que había regresado a la habitación que compartía con un chico, al que le decían Kai, para darse una ducha. Odiaba el olor a gelatina, odiaba que su cabello estuviera viscoso, odiaba haber perdido una tarde de ensayo, pero, sobre todo, odiaba a Choi Minho.

Mientras el agua tibia recorría su cuerpo llevándose los restos del alimento, el pelirrojo pensaba en la manera de contra-atacar. Él estaba consciente de que se burló de Minho en clase de japonés, no lo había hecho abiertamente, pero hizo que todo el grupo notara su mala pronunciación y que incluso riera un poco; sabía que con eso fastidiaría al mediocampista, ya que siempre quería mantener su "imagen cool"; pero eso había sido una venganza por haber arruinado su experimento de química: cuando el pelirrojo añadió ciertas sustancias en el "volcán en miniatura", en vez de que la sustancia hiciera efervescencia salió fuego.

Aunque Minho había quemado el volcán porque días antes Taemin había dado una fiesta enorme acaparando la atención de todos, por lo que poca gente acudió al último partido de la temporada: eso le dio en su ego, es decir, casi nadie pudo presenciar las maravillosas habilidades de Choi con el balón.

Y Taemin había sido el centro de atención con esa fiesta a manera de desquite porque durante el festival de artes Minho había arruinado el audio justo en la presentación del grupo de baile.

Y Minho había saboteado el equipo de audio porque Taemin le había quitado su cuaderno de matemáticas para dárselo a Roo, la pequeña mascota que Jonghyun tuvo en su dormitorio un par de días. "Ahora sí podrás decir que un perro se comió tu tarea"; le había dicho divertido Taemin.

Y Taemin había robado aquél cuaderno porque... porque... ya no recordaba la razón, pero de lo que sí estaba seguro era de que se la cobraría y con creces.

Cerró la llave del agua y salió de la ducha, tomó la toalla y terminó de secarse justo cuando escuchó que su compañero entraba al dormitorio.

—Taemin, ¿estás bien?— indagó Kai después de golpear suavemente la puerta con los nudillos.

—Sí, pero, ¿acaso tú sabes sobre...?

—Ya todos se enteraron— le explicó de inmediato el chico pelinegro; —hay una imagen tuya circulando por las redes sociales.

—¡¿Qué?!— abrió la puerta de golpe, vistiendo únicamente sus pantalones y con la toalla sobre sus hombros, y prácticamente le arrancó el móvil de las manos a su amigo para ver la foto con sus propios ojos; —ese maldito.

—Calma— Kai se sobresaltó un poco por la reacción del otro, por eso trató de apaciguarlo, —sólo es una broma; una de muy mal gusto, por cierto.

—Muy bien Choi Minho, ya veremos quién ríe al último.

...

—Esta vez tu amiguito cruzó el límite— sentenció Kibum sentándose en su cama con los brazos cruzados tratando de mostrar indignación; —Taeminnie nunca ha dañado físicamente a ese ojón.

—Justo eso le dije a Minho—; Jonghyun se asomó de cabeza, ya que estaba en la cama de arriba de la litera que compartían; Jonghyun y Kibum eran compañeros de dormitorio; —pero es un cabeza dura.

—Mi pobre bebé— dramatizó, —hubieras visto el desastre en que se convirtió su cabello.

—Sí, lo vi.

—¿Estuviste allí?— lo miró algo molesto.

—No no no—, se removió para tomar su móvil, lo sacó del bolsillo de su pantalón, buscó algo y luego se lo enseñó a Kibum, —su foto está circulando.

—¡¿Qué?!— el rubio le arrebató el artefacto al otro, y tras unos instantes declaró, —esto será un cuento de nunca acabar; esos dos jamás dejarán la dichosa venganza.

—Déjalos Key; ambos son unos infantiles.

—¡Ja! Mira quién habla de eso; recuerda cómo lloraste cuando el rector no permitió que Roo viviera aquí y tuviste que dejarlo al cuidado de tu hermana.

—Pero eso fue diferente— se defendió; —Roo es un miembro de mi familia; además no me vengué del rector por eso, simplemente lo acepté y lo superé.

El rubio ahogó una risita, en definitiva Jonghyun lo había aceptado, pero no superado.

—En fin— el futbolista se aclaró la garganta; —el tema aquí es ese par de niños orgullosos, vengativos y tontos.

Key suspiró, —tienes razón; si tan solo sedieran cuenta de lo parecidos que son, tal vez dejarían de estarse fastidiandosiempre.