No intentes correr. Pt/I

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Tú cruel plan,
Tu sangre, como hielo.

El latir de su corazón golpeaba con angustioso frenesí su pecho, el cual se inflaba exigiendo cada vez más oxígeno.

Corría por los largos pasillos de la enorme casa lo más rápido que sus piernas le permitían.

Era inútil, pues no había salida y lo sabia.

—¡Vuelve aquí, FLUG! — Aquella voz de ultratumba sonaba con un eco maldito que no hacía más que alterarlo más. Tenía a Black Hat de tras de él, y había adoptado una forma nada amigable. —No quiero hacerte daño, pequeño... — Mentía tan descaradamente y le salía tan natural.

Se escuchaba el choque de sus finos zapatos contra el suelo, pasos que resonaban en la cabeza del doctor. Pisadas como secos golpes que simbolizaban una amenaza ¿Cómo era posible que lo tuviera pisándole los talones? Si él era el que corría a toda prisa, mientras que los pasos ajenos se escuchaban desesperantemente lentos.

Se vio obligado a frenar y retroceder al casi dar contra una pared. Tenía pegada una nota con una advertencia en grandes letras.

"NO Intentes Correr.
-BH"

Esas malditas notas estaban por donde sea. Ahora se encontraban a dónde mirara, a donde fuese que volteara ¿O era paranoia carcomiendo sus pensamientos?

Su capacidad de razonar se había ido al demonio desde hace un rato.

Llevo ambas manos a su cabeza, enterrando las yemas de sus dedos cubiertos por sus guantes, maltratando la bolsa de papel que escondía su pálido y asustado rostro. Ese sudor frío corría por su frente y entre sus temblorosas manos, sabía que ese arranque de valor que le había impulsado a arremeter contra su jefe no le iba a salir barato.

Recordaba cada una de las contadas ocasiones en las que llegó a retarlo o contradecirlo en algo, y él le castigaba con escarnio.

Pero nunca había llegado al punto de atacar a su jefe, esa iba a ser una cuenta que tendría que pagar aparte.

Trato de retomar la carrera por su vida en otra dirección, pero al darse la vuelta choco de frente con un par de ojos, uno de ellos cubierto por un monóculo de cristal. Todo estaba pasando tan rápido

"Ya es tarde..."

Una mirada puede matar, mi dolor y tu emoción...

Black Hat le miraba con una gran sonrisa que contrastaba con la mirada asesina que le ponía encima. Tenía un objeto filoso enterrado en el pecho y su propia sangre manchando su elegante y pulcro traje.

Ese ensombrerado de negro siempre le infligió miedo, y él sabia aprovecharse de ese miedo como una forma de control. Desde el momento en el que llego a su lado, siendo manipulado desde las fibras más sensibles de su cerebro, con sus miedos como hilos atados a sus muñecas; manejarlos era la especialidad de ese villano.

Pero ahora, él infundía terror.

Vio como se sacaba aquél objeto punzó cortante del pecho que el mismo doctor le había clavado ahí en un afán estúpido de revelarse o más bien, por impulsó de su desesperación y ansiedad.
Ni siquiera gesticulaba una mueca de dolor, lo que hacía que su acción se viera más tétrica desde la desventajosa posición en la que estaba el joven científico.

«Monstruo...»

El de negro chasco la lengua un par de veces mientras negaba con la cabeza, con la mirada fija en el menor y esa sonrisa inmutable que permanecía terroríficamente tatuada en su rostro.

Don't Try To Run. [Villainous] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora