Una mañana me encontré en una habitación inmensa. Aquella habitación era de color blanco con lineas negras, decorada con cientos espejos de diferentes tamaños, gire mi cabeza hacia el lado derecho, puede observar un escritorio de vidrio con unos cuantos papeles encima y una silla al lado, al girar mi cabeza al lado izquierdo, encontré un ventanal, se notaba que estaba semi-abierto, por que las cortinas de un color rojizo danzaban con el viento que entraba a la habitación.
Yo estaba acostado en una gran cama, con unas sabanas blancas que tapaban desde mi torso hasta mis muslos, dejando al descubierto solo mis piernas, que estaban congeladas.
No sabia porque estaba aquí, ni el como llegué, ni con quien llegué, lo único que sabia era que me dolía y ardía todo el cuerpo, me sentía muy cansado.
Intenté sentarme, me costó mucho, pero lo logré, mire hacia todos lados tratando de divisar mi ropa. Esta esta en un extremo de la cama, desordenada. Me levante con esfuerzo, sin dejar de taparme con la sabana y me dirigí despacio hacia una puerta que se encontraba abierta, al entrar, supe de inmediato que era un baño, fui directo al lava manos, abrí la llave del grifo y con una mano me moje la cara, levante la cabeza para mirar el espejo que allí se encontraba, topandome con mi rostro totalmente pálido, lleno de moretones en mis mejillas, ojeras grandes y mi labio inferior totalmente lastimado. Lo toqué con suavidad, ardía mucho. No solo mi rostro estaba lastimado, mi cuerpo también, estaba lleno de heridas, moretones, rasguños y chupones.Se notaba que pasé una muy mala noche.
En el grifo aun seguía corriendo agua, así que lo cerré, y con cuidado salí de aquel baño enorme, cerrando la puerta.
Fui a sentarme a la cama, necesitaba pensar y recordar que era lo que paso esa noche, y por que estaba en este estado.
Y no, nada, no recordaba absolutamente nada.
-Por dios Nattan, trata de recordar. ¿Que mierda paso anoche?...
-Creo que yo puedo responderte eso.
Me sorprendí, y voltee de inmediato, encontrándome con un hombre de estatura media,tez morena, de cabello negro, ojos cafés y vestido de manera formal.
No supe en que momento entro este sujeto a la habitación, ni lo sentí, y al momento de ver sus ojos penetrantes sentí un escalofríos que recorría toda mi espina dorsal."Esto no me trae buena espina"
El hombre entró totalmente a la habitación, colocándose al frente de mi, mirándome de manera seria e intimidante. Trague saliva por el miedo que este hombre provocaba en mi.
Miré hacia abajo, pensando en volver a preguntar o no, no podía quedarme callado, y a pesar de tener miedo abrí mi boca para hablar...
- ¿Que sucedió anoche?
Hable, pero sin tener contacto visual y con la voz quebrada.
" Estoy temblando"
Este hombre no comenzaba a hablar.
Me empezaba a desesperar, y de golpe levante la cabeza.
El sujeto me estaba analizando con la vista de arriba a abajo, al estar listo, giro la cabeza, suspiró y comenzó a hablar.
- Tu estas aquí porque te convertiste en el nuevo juguete del amo, y ya veo el porque...
"¿Juguete?"
Me asuste, no podía creerlo, ¿Que broma era esta?.
Mi piel se erizó, mis lágrimas se asomaban, esta vez de verdad se notaba que mi cuerpo temblaba. Estaba entrando en pánico. Me levante de golpe, tome toda mi ropa e intenté salir de aquella habitación, pero el sujeto de antes me tomó con fuerza del brazo y me jaló. Me dolía, intentaba librarme de su agarre sin éxito alguno.
Estuve intentando e intentando durante media hora, pero no lo lograba, mis lágrimas y mi llanto salían sin control alguno, estaba rindiendome. Caí de rodillas al suelo, el hombre de traje aún sujetaba mi brazo con fuerza, dolía demasiado su agarre, y yo seguía llorando.
El hombre me soltó cuando deje de forzar, el había provocado otro moretón que pintaba mi cuerpo de color morado oscuro.
Con brusquedad me tomo en brazos y me dejo recostado en la cama, fue directo al baño y trajo un pocillo con agua y dos toallas pequeñas que colgaban de su hombro. Dejó el pocillo en uno de los veladores, y fue a buscar la silla que estaba junto al escritorio, se sentó y mojo una de las toallas. Con sumo cuidado la paso por mi cuerpo, la toalla estaba fría...
-Lamento haberle apretado tan fuerte, es solo que tenia que dejar de resistirse, porque desde ahora nunca logrará salir de aquí.
Quedando en shock miré el techo, mis lágrimas no dejaban de fluir. ¿Como era posible que no pudiera salir de aquí?.
El hombre dejó de pasar la toalla mojada y me seco con la otra, para después taparme con la sabana blanca.
-¿Por que no puedo salir de aquí?- pregunte sin dejar de mirar al techo.
El tipo me miro por un rato y luego suspiró.
-Por que ya estas marcado por el...
Observé que se levanto de la silla y fue directo a la puerta de la habitación que estaba abierta, al estar apunto de salir, volteó a verme, pero sin esa seriedad con la que antes me había recibido, esta vez era con una tristeza notoria, volteó nuevamente para así salir de la habitación mientras cerraba la puerta a medida que avanzaba.
Volví a mirar el techo, mis lágrimas volvían a caer, me di vuelta, quedando en posición fetal.
Sentía un dolor psicológico tan grande que comencé a llorar con mas intensidad.Me desperté de golpe, no sabia en que momento me había quedado dormido, pero a pesar de haberlo hecho me sentía pesado, mis ojos ardían, y mi mente daba vueltas sin parar, pensando en como llegue a parar en este lugar.
Estaba en el mismo lugar, y todo estaba igual que antes, todo desordenado, el pocillo junto con las toallas seguían en aquel velador, y las cortinas seguían flameando con el viento.
No podía seguir en este lugar, tenia que escapar de alguna manera u otra.
De repente siento que alguien entra a la habitación, era el mismo hombre de antes, tenia unas bolsas de grandes tiendas de ropa, las dejó en el piso y fue a sentarse al lado de mio.
-¿Como se siente joven Nattan?, ¿tiene hambre?, déjeme revisarlo.
Intento poner su mano en mi frente, cosa que yo impedí con un manotazo.
-Lo lamento, se que no confía en mi, pero, si no pone de su parte le irá mal. Yo estoy en contra de este tipo de cosas también y comprendo su dolor y sufrimiento, porque yo también lo pasé y lo viví.
Le miré a la cara, se notaba que decía la verdad, pero no podía creerlo, era imposible creerlo.
-Yo... Tengo miedo señor, no se que es lo que hago aquí, ni el porque estoy aquí, solo se que quiero irme, no entiendo nada. Y lo peor es que usted tampoco me quiere responder.
Lo miré suplicante y con los ojos cristalizados, quería que tratara de ayudarme de alguna manera u otra, pero era obvio que el no era capaz de hacer ese tipo de cosas.
El hombre suspiró mientras se levantaba de la cama, para así dirigirse hacia el ventanal, miro hacia afuera durante unos cuantos minutos, para así darse la vuelta y mirarme fijamente.
-Este lugar es la residencia Maier, el hogar de uno de los hombres mas poderoso y ricos del mundo, y tu te has convertido en uno de sus muchos juguetes sexuales. -
Dio unos cuantos pasos y siguió hablando acerca de este lugar, y también de su experiencia vivida aquí.
El me contó que, fue secuestrado a la edad de 15 años, por su rostro con rasgos femeninos y su porte de chica, en este lugar fue brutalmente violado y encerrado, por Santiago Maier, que en ese entonces era el hijo menor de Jade Maier, un millonario amante del sexo con diversas mujeres.
Santiago lo violó, golpeó, y encerró en una de estas habitaciones, hasta la edad de 21 años, cuando noto que ese delicado chico que tenia encerrado se iba convirtiendo en un hombre totalmente, entonces decidió dejarlo como uno de sus muchos guarda espaldas, solo si acataba todas sus ordenes.
El tipo se volvió a sentar en la cama para terminar el resto de su historia.Este hombre paso por un infierno durante muchos años. Ya imaginaba mi destino, y me daba un miedo absoluto que solo podía ir reconociéndolo.
Me miro con un rostro apenado.
Me senté en la cama y lo miré, se notaba que el decía la verdad, pues en su cuello se notaban ciertas cicatrices.
Levante su rostro para poder observarlo mejor.-¿No me puedes ayudar a escapar?
Me atreví a preguntar, y este negó con la cabeza.
-Esta bien, pero ¿Me puedes proteger?
-Si, ahora fui encargado de su cuidado las 24 horas los 7 días de la semana.
- Si ese es el caso, esta bien, pero Respóndeme una sola pregunta...
-¿Cual joven Nattan? ...-
-¿Cual es tu nombre?--Mi nombre es Mauricio...-
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Sabes que te amo.
Short StoryHola! estas historias son Oneshort que e creado, cada historia con diferentes personajes. Por favor disfruten ! (pd: si se asemejan las características físicas o psicológicas de cada personaje a una persona ya sea viva o muerta es pura coincid...