Capítulo 1

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5 niños se encontraban en un lugar escondido del parque, cantaban y bailaban las canciones que ellos mismos hacían; estaban practicando porque dentro de unas horas irían al centro de la ciudad a cantar para ganar un poco de dinero

-Te volviste a equivocar, Freddy -Alan volvía a reprochar a su primo, el cual se sonrojó.

-Lo siento, estoy algo nervioso. -Respondió éste.

-Como que te veo muy distraído hoy, más de lo normal Freddy. ¿Pasa algo? -Le preguntó Jos

-¿Aparte de los golpes y regaños que recibo en mi casa? No.

-Los maltratan demasiado, deberían salir de ahí. -Sugirió Alonso.

-Ajá, ¿y a donde iríamos? No tenemos otra familia.

-Pueden ir a mi casa.

-Gracias Alonso, pero no creo que pueda ser posible. Saben... Siento que algo bueno va a pasar hoy. -Dijo Freddy, con emoción.

-Es tu sangre de chaca jajaja -Se burló Jos.

-Cállate.

-Oblígame

-¿Qué es eso? -Dijo de repente Bryan, señalando algo que se dirigía a ellos.

Una gran lechuza café llegó volando y dejó caer una carta en las manos de Alonso.

-¿Qué es eso, Alonso? -Preguntó Jos.

-Una carta, pero no tiene sello, espera... ¡Wow, no puedo creerlo!

-¡¿Que pasa?! -Gritaron todos al mismo tiempo.

-¡Es una carta de Hogwarts! ¡Tengo que decirles a mis abuelos!

-¿Una carta de qué? -Preguntó Alan, sin entender.

-De Hogwarts, la escuela de la que te hablamos la otra vez que es para magos. -Contestó amablemente Bryan.

-Ohh ya-Dijo Alan.

-¡Felicidades Alonso! -Le dijeron todos.

-Gracias amigos- Respondió Alonso con una gran sonrisa.

-¡Au! -Gritó Alan.

-¿Qué pasa? -Voltearon a ver a Alan, el cual tenía una carta en las manos y una pluma en la boca.

-¡Una lechuza chocó contra mí! Maldito pájaro.

-Tranquilízate Alan, ve el lado bueno, ¡te trajeron tu carta!- Le dijo alegremente Jos.

-Si, tienes razón...Mis tíos se van a enojar. -Dijo preocupado

-Igual los míos, claro, si es que llega mi carta -Dijo Jos. En ese momento, tres lechuzas grises llegaron a donde estaban los niños, dejaron caer una carta a Freddy, Bryan y Jos.

-Bueno, ahí esta, los cinco iremos a Hogwarts. -Dijo Alan.

-Oye Alonso, se supone que la carta te llega cuando cumples 11 años, ¿No? -Le dijo Freddy a Alonso.

-Pues sí. -Respondió éste.

-¿Entonces porqué a Jos apenas le llegó su carta, si cumplió 11 años el año pasado?

-Porque el los cumplió en octubre, cuando las clases en Hogwarts ya habían comenzado, por eso le llegó ahorita.

-Ohh.

-Bueno, será mejor que comuniquemos la noticia a nuestras familias.-Dijo Bryan.

-Ok- Dijeron todos y corrieron a sus casas.

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Alonso estaba en su habitación, desesperado intentando comunicarse con algún familiar mago que lo pudiera llevar al callejón Diagon a comprar sus materiales, ya que sus abuelos debían trabajar y no podían acompañarlo.

*Suena el teléfono*

-¿Hola? -Contestó Alonso.

-Alon, que crees que pasó?-Era Alan, se oía muy feliz.

-No sé.

-Cuando Freddy y yo les mostramos la carta a mis tíos, se enojaron muy feo, nos pegaron y nos encerraron, diciendo algo sobre chiflados.

-¡¿Qué!? ¡¿Están bien?!-Gritó Alonso.

-Tranquilo, si estamos bien, pero aquí lo emocionante: Un gigante llamado Hagrid llegó.

-¿Hagrid? ¿El guardabosques de Hogwarts?

-Sí, ¿cómo lo sabes?

-Mis abuelos lo conocían.

-Oh, el caso es que después de darles una regañiza a mis tíos, nos dijo que él mismo nos llevaría al callejón Diagonal.

-Diagon- Lo corrigió Alonso.

-Eso, Hagrid dice que nos llevará mañana, pero mis tíos no nos quieren aquí, así que... ¿Nos podemos quedar en tu casa?

-Ehh... Pues..  No sé, iré a pedirles a mis abuelos. Espérame. -Alonso bajó al comedor, donde estaban sus abuelos.

-Abuela, Alan y Freddy quieren quedarse aquí, ya sabes, sus tíos se tomaron a mal la carta.

-Oh, pobrecillos, claro que pueden.

-Pero... Hagrid viene con ellos..

El abuelo escupió su café, Alonso se asustó.

-¿También viene Hagrid? ¡Con mayor razón que vengan! ¡Hace tiempo que no lo veo! Iré por bebida. -El abuelo se levantó y se fue a quién sabe donde.

-¿Hagrid no te puede llevar al callejón Diagon? -Le preguntó la abuela a Alonso. -Así puedes ir con tus amigos.

-Si, le diré.

Alonso subió corriendo las escaleras, agarró el teléfono y habló.

-¿Alan? ¿Sigues ahí?

-Si, ¿te reagañaron?Escuché gritos.

-No, ese fue mi abuelo que se emocionó. Pueden venir.

-¡Que bien! Vamos para allá.-Y colgó.

Media hora más tarde, tocaron el timbre, Alonso bajó corriendo a abrir la puerta, estaban Alan, Freddy, Jos y Bryan, detrás de ellos  estaba un hombre grande, el doble de alto y el triple de ancho de los chicos. Ése debía de ser Hagrid.

-Buenas noches, ¿eres Alonso? -Preguntó Hagrid.

-Si, pasen-Dijo Alonso algo confundido, ¿qué hacían los demás aquí? Los chicos y Hagrid pasaron a la sala. El abuelo de Alonso llegó con un vino y dos vasos.

-¡Hagrid!- Gritó el abuelo.

-¡Martín! ¡Cuánto tiempo! -Dijo Hagrid. Ambos se sentaron en el sillón más grande, que se hundió debido al peso de Hagrid. Los chicos se sentaron en el otro.

-¿Se puede saber que hacen aquí? -Preguntó Alonso a Jos y Bryan .

-Nos invitaron Alan y Freddy.

Alonso fulminó con la mirada a los antes mencionados.

-Lo siento, pero los tíos de Jos también se lo tomaron a mal, y el abuelo de Bryan no lo puede llevar.

-Bueno no importa, hay suficientes habitaciones, vamos a dormir. -Dijo Alonso.

Y subieron a dormir.

CD9: Aventuras en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora