Si Nash Anderson tuviese que definirse a sí mismo en una palabra, seguramente diría «desgraciado». Y es que el hecho de que su novia, después de haber estado saliendo más de tres meses, le haya dejado por otro, es tener mala suerte y ser un desgraciado. O al menos eso es lo que Nash cree. Y si hablamos de su cutre vida social, entonces el nivel de su desgracia aumenta hasta niveles insospechados.Sumémosle a eso que no es ni rubio, ni musculoso, ni alto, ni popular, ni gracioso. Y que tampoco tiene «un cuerpo atlético» de esos que atraen a las chicas, ni tampoco la resistencia suficiente como para ser el capitán del equipo de fútbol. O para estar siquiera en él. En resumen: Nash Anderson es sinónimo de desastre.Por otro lado, está Eleonor Taylor: una adolescente de diecisiete años que está cansada de ver gente triste. Por eso, con ayuda de unos amigos que la toman por loca, decide formar su propia asociación contra las personas entristecidas: Un amigo gratis.Un amigo gratis para llorar. Un amigo gratis para reír. Un amigo gratis para desahogarse. Un amigo gratis para reflexionar, y un amigo gratis que te pegue una colleja cuando sea necesario.Un amigo gratis: eso es justo lo que Nash necesita.
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