Memoria 10

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A los pocos dias, Tom se vistio elegante, tomo una ducha y se fue a la casa de Galbella, al final de aquel largo e infinito callejón. Cuando estaba por cruzar la calle, noto que unos niños estaban molestando a una niña pequeña. La golpeaban y le estaban haciendo daño

-¡Hey! 

Tom los espanto y los niños salieron corriendo. Ayudo a la niña de cabello oscuro y llena de rulos, una mirada oscura y penetrante. La niña le agradeció a Tom y se fue corriendo a su casa no muy lejos de donde estaban. Tom siguió su camino y llego a la casa de Galbella. 

-Abrió la puerta- ¡Tom! -Dijo Galbella emocionada

Pero no todo iba a ser tan lindo como se veía, el padre de Galbella freno a Tom y le dijo que se vaya de su casa. El no quería que su hija se juntara con gente tan extraña como era el. Cerro la puerta con fuerza. Tom estaba triste pero no se iba a rendir. Rodeo la casa y entro a la habitacion de Galbella trepando las paredes y abriendo lentamente la ventana. 

-Pss

-Volteo- ¡Tom! -Susurro Galbella

Tom entro y se quedo horas con ella en su habitacion. Galbella le leia cuentos que tenia en una enorme repisa. El estaba encantando con lo que ella causaba en su interior, un poco de luz para tanto odio y veneno en su sangre. 

Galbella termino de leer y cerro el libro para dejar ver a Tom una imagen detras de ella, sobre su mesa de luz. 

-¿Que es eso? -Dijo Tom curioso

-Oh -Lo tomo-

La vieja foto de una especie de corona estaba ahora en las manos de Tom. Le llamaba la atencion lo mucho que brillaba por mas que fuera solo una foto vieja y arrugada. 

-Es la Diadema de Rowena Ravenclaw. Es la Diadema mas famosa de la casa. Ojala pudieramos verla en persona, por que juro que me fascina 

Tom quedo encantando con esa diadema. La queria a toda costa, y seguramente tenia planes con ella. ¿Por que un simple niño iba a querer tanto una valiosa joya como esta? Nadie lo sabe. Solo la cabeza de esa persona. 

Era hora de irse ya que era demasiado tarde. Tom se preparo para bajar de nuevo por la ventana por donde entro. Galbella, sin ganas de que Tom se fuera, le dijo que volviera por este mismo lugar cuando el lo deseara, ella lo estaria esperando. Sin pensarlo, Tom y Galbella se despidieron con un dulce beso. El estaba ardiendo. Y ella estaba en la misma situacion tambien. Tom bajo por esa ventana, enamorado, lleno de cosas que ni el mismo podia explicarle a todo el mundo. 

Las Memorias de Tom Marvolo Riddle TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora