pecados paternos

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-Chúpame las pelotas,- dijo roncamente, acunando su cara de nuevo, y empujándola hacia su entrepierna. -Me relaja.-

______ hizo lo que le ordenaba, aunque no surtió el efecto que él había pretendido. Unos minutos después, su polla volvía a estar tiesa e hinchada, preparada de nuevo para que se la mamase. Le dio todo lo que quiso, ordeñándolo una vez más hasta que se derrumbó por completo y cayó dormido.

Permaneció arrodillada a sus pies mientras él dormía, besando suavemente sus testículos agotados. Intuyó que eso era lo que deseaba Harry . También intuyó que, por alguna razón, él necesitaba tener esa intimidad con ella, se diese cuenta o no.

Harry durmió casi tranquilamente durante lo que quedaba de viaje hasta la isla privada. Despertaba de vez en cuando, como si temiese que lo hubiera abandonado, sin embargo la agarraba con satisfacción por la nuca y se volvía a dormir tan pronto como sentía sus labios abrazando sus huevos, mimándolo.

______ se preguntó inútilmente por qué seguía arrodillada delante de él, con sus pelotas en la boca. Se consoló pensando que no tenía otra elección, pues no quería enfrentar la realidad: había deseado a Harry Styles tan desesperadamente como, por alguna extraña razón, él la deseaba a ella.

El oasis privado de Hazza era aún más hermoso de lo que ______ se había imaginado. Exuberantes palmeras lo invadían todo, el sonido de pájaros exóticos y otros animales flotaba en el aire mientras los criados se afanaban en supervisar las tierras y los arrendatarios.

La hacienda Styles era incluso más magnífica que Chez Ma Coeur, el gran oasis particular en las islas Virgin que había pertenecido a la familia Morgan durante casi un siglo. La mansión isleña de Harry era colosal, de mármol rosado, un claro ejemplo de influencia española.

______ había imaginado que se sentiría terriblemente avergonzada al tener que exhibirse desnuda delante de tanta gente, sin embargo, a pesar de sus temores, lo estaba llevando bastante bien. Aunque aún estaba enfadada. Harry le había prohibido ponerse la ropa cuando el avión aterrizó, así que había viajado desnuda todo el trayecto en limusina desde la pista de aterrizaje a la mansión.

Sólo con pensar en cómo la había ofendido, le rechinaban los dientes. Cuando había firmado en la línea de puntos, no tenía ni idea de que la humillación iba incluida en la venganza. Menos mal que el par de criados que la atendían no prestaba atención a su desnudez. Los habían instruido bien en ese aspecto. Y ahora, cinco horas más tarde, ya se había acostumbrado un poco a la falta de ropa. Y a sonrojarse. ¿Pero bañarlo? Las fosas nasales se le ensancharon. Comenzaba a sentirse como una esclava.

-Enjabóname las bolas,- le ordenó Harry con arrogancia. Clavó los ojos en sus pezones. Rozó uno con la yema del pulgar y luego lo pellizcó con el índice. -Vas a estar chupándolas constantemente, así que será mejor que uses algo que no te importe saborear-

La cara de ______ se volvió rojo escarlata.

-Sí, señor,- apretó los dientes mientras empapaba su escroto con aceite de coco y en seguida empezó a extenderlo frotando.

Él no se había dado cuenta de su enfado o la ignoraba a propósito, pensó sombríamente. ¡Maldito! ¿No saldría nada bueno de este hombre?

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2014 ⏰

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