Era una mañana tranquila en la Aldea de la Arena, los primeros rayos del sol comenzaron a entrar por la ventana, despertando a un chico pelirrojo que se encontraba profundamente dormido, hasta que dichos rayos le anunciaron que el día había llegado y con él, sus deberes como Kazekage.
Se frotó los ojos, intentando desperezarse un poco, le dolía la cabeza y no sabía cómo había llegado a su cama, entonces todos los recuerdos de lo sucedido anoche llegaron a su mente, y bastante lúcidos, mucho más de lo que él hubiese querido.
Lo primero que recordó fue que se encontraban en una cena de consejo, el tipo de cena elegante a la que sólo asisten los altos mandos de la aldea, entonces la vió a ella entrar, se veía tan hermosa, con un vestido rojo ceñido a su cuerpo y su castaño cabello recogido en una coleta, iba un poco maquillada y llevaba tacones altos, su mente divago en el cuerpo de la chica mientras una palabra resonaba en su cabeza: preciosa. ¿dónde estaba la chica tierna que se sonrojaba cada que lo veía? .
Su segundo recuerdo lo atacó acompañado de una punzada de dolor: estaban todos en la cena, era bastante tarde, y después de degustar comida, ya todos los presentes yacían casi en el suelo de la ebriedad que se cargaban. Él, por su parte, no se encontraba completamente sobrio, pero si lo suficiente para saber lo que hacía, al igual que ella.
En el tercer recuerdo y último, él y ella se escapaban de la fiesta con el pretexto de que ella se sentía mal, entonces se dirigieon a la casa del chico y se tumbaron en la cama con la única intención de dormir, pues el alcohol comenzaba a hacer efecto en sus cuerpos, pero el Kazekage viendo a su alumna tan provocativa no aguanto más, comenzó a sentir algo en su cuerpo que le decía que la tomará y quería dejar fluir ese sentimiento, entonces se posicionó sobre ella y comenzó a besarle, la chica correspondió el beso sin dudarlo, pues ella si lo amaba y quería sentirse suya, aunque fuera sólo por una noche. El resto fueron besos, caricias y..... oh por Kami, había tenido relaciones sexuales con ella, le quitó su inocencia, todo por su maldita forma de ser.
Seguía con los ojos cerrados, no quería toparse con la realidad, pero sabía que era cierto, entonces abrió los ojos y miró a su lado a una chica castaña acostada boca abajo con las sábanas hasta la cintura: Matsuri. Su espalda, se veía tan suave desde sus ojos que se sorprendió queriendo tocarla mientras estiraba la mano, pero no, no lo haría, porque ya lo había hecho y no fue de la manera correcta, se sentía fatal, fue su primera vez y ella seguro no podría recordar nada cuando despertara ¿qué clase de persona era?
Gaara seguía interrogándose interiormente cuando la chica comenzó a moverse.
Matsuri abrió los ojos y no pudo creer lo que vió, el Kazekage, su sensei, se encontraba junto a ella con el torso descubierto, mirándola fijamente con expresión seria. Ahí cayó en cuenta de su estado.
-Aaaaah- gritó la chica intentando cubrirse con las sábanas de la penetrante mirada de su compañero de cama, y grande fue su sorpresa al percatarse de su desnudez- q. ... que- entonces recordó todo: las caricias, los besos: había tenido su primera vez, lo recordaba perfectamente, pues a pesar de haber parecido ebria, no lo estaba en absoluto y se dejó hacer ante la oscurecida mirada de deseo del pelirrojo, recordó la dulzura con la que la trató y como la hizo disfrutar, hasta hacer esa su primera vez, inolvidable. En ese momento sus mejillas se tiñeron de rojo y desvió la mirada, no se arrepentía pues se había entregado al hombre que amaba, pero sabía que para el solo fue un desliz, que probablemente no sería nada importante.
El Kazekage se atrevió a mirar a la chica por última vez, se levantó, tomó su ropa y se dirigió a la puerta.
-Matsuri- sentía tanta pena que no podía ni verla a los ojos- lo lamento- dijo tan secamente como siempre saliendo de la habitación sin darle oportunidad a la muchacha de replicar.
-Ga... Gaara-sama- fue lo único que puedo expresar la castaña antes de soltar un mar de lágrimas, no se arrepentía, nunca lo haría, porque lo amaba, pero le dolía su fría actitud después de un acto que para ella, significó mucho.
El pelirrojo la escuchó llorar desde el otro lado de la puerta, y supuso que su peor pensamiento se hizo realidad: ella se arrepentía; se sentía tan culpable por haberse llevado la primera vez de Matsuri de esa forma, quería entrar y abrazarla y pedirle perdón, pues la quería, era su alumna y en parte su amiga y le dolía verla sufrir por él, pero en vez de eso, salió por la puerta con dirección a su oficina para atender sus asuntos e intentar olvidar el tema.
Mientras caminaba hacia su despacho, concluyó que lo mejor sería hacer como que nada paso para evitar que la muchacha se sintiera peor de lo que ya lo hacía, lo que él no sabia, era que eso la iba a destrozar más de lo que ya estaba.
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HOLAAA, este es el primer capítulo (muy corto) de una pequeña historia que decidí compartir con ustedes, se que Gaara parece un idiota pero realmente sólo esta confundido porque no sabe como tratar el asunto; espero que les guste y me dejen sus comentarios para mejorar:) trataré de subir la segunda parte pronto, tal vez se lleven una sorpresa.Gaamatsu por siempre❤
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Por una noche... [GAAMATSU]
FanfictionLos personajes pertenecen a Masashi Kishimoto. La trama es completamente de mi autoría y esta registrada #Noalplagio. Después de una noche de bebida, nuestros protagonistas (Gaara y Matsuri) terminan en una situación comprometedora que les traerá m...