Garra y Espada

2. El protector del pueblo

Al día siguiente llego al castillo aquel príncipe de pacotilla que había dejado a la princesa tirada en el bosque cuando mas lo necesitaba, como era de esperarse la joven no le tomo gran importancia y debido a esto el rey le dio 2 opciones ya que le había defraudado, la primera era que si se quedaba en el reino seria ahorcado junto a su familia y la otra que fuese desterrado del reino, antes que morir el príncipe despidió irse del castillo guardando con sigo un pequeño rencor ante aquel rey al que deseaba asesinar con todas sus ansias, el reina hablo con la princesa puesto que era algo raro que unos caballeros fueran tan valientes de a ver querido batallar contra dos ogros sabiendo que tanto ellos como los ogros vivían en paz desde que uno no ingresara en el territorio del otro, aunque la reina no confiaba se resigno a quedarse cayada, en pocas horas se corrió el rumor de que el reino de faire había capturado un joven híbrido entre dragón y humano, esto sucedió ya que el príncipe de aquel reino decidió ir al reino de rozóka con una ofrenda, en una celda rodante traían amarrado de forma cruel aquel ser que parecía no forcejear, el príncipe se acerco al reí y le pidió la mano de su hija y de ofrenda le traía aquel dragón que el día anterior había atentado contra la vida de la princesa, el rey afligido dijo a sus guardias que llevasen a aquel híbrido al calabozo en donde mas tarde pensarían en su destino y luego de decidirlo otorgo al príncipe la mano de su hija la cual se rehusó renegando ante su padre el cual con voz fría siguió sin escucharla, la ceremonia se realizaría exactamente en tres días, cada uno se fue por su camino y la joven majo no tuvo mas opción que hablar con su padre y contarle la verdad, que en verdad quien le había salvado la vida fue aquel noble híbrido y no aquel príncipe, el rey anonadado no lo pudo creer y creyendo en la palabra de su hija decidió poner el dragón a prueba, mando a traer al dragón a la grama, y lo soltó en medio del campo y le dijo:

~Si logras vencer a aquel... ser de grandes dimensiones y de figura escuálida... te perdonare la vida y creeré..... En la palabra de mi hija

El joven dragón acepto el reto pues lo ultimo que quería era que la joven princesa terminara en apuros por su culpa, vio al rey y acepto, el rey dijo con grito de batalla:

~Suelten a la bestia!!

Dos portones 3 metros de ancho y 5 de alto se abrieron, parecía un calabozo muy oscuro hasta que de este poco a poco empezó a salir aquel temible criatura que con solo su presencia hizo que se le erizara la piel a toda la audiencia, aquel bestia no era nada mas y nada menos que un minotauro, su cuerpo era esculpido y tenia muchas cicatrices de batalla, como arma llevaba un maso gigante y sus propios puños, en comparación a al híbrido eran muy diferentes, nadie dio aviso y la batalla empezó el minotauro intento golpearlo con el maso mientras el híbrido con facilidad lograba esquivarlo, en muchas ocasiones le provoco para que aquel bestia gigante perdiera el control, el híbrido se quedo quiero mientras le sonrió, aunque no era uno de sus enemigos mas comunes había peleado contra minotauros antes y sabia cual era su punto débil, se quedo quieto y lo vio a los ojos con una mirada retadora y dijo

~Dame tu mejor golpe cerebro de vaca!!

Aquel bestia no hizo mas que sucumbir a sus palabras y lanzo un mazazo hacia aquel híbrido, una enorme nube de polvo se levanto en todo el campo de batalla, el rey estaba impactado al igual que toda la grada, y la joven majo... Simplemente no podía creer que aquel salvador parecía estar muerto, dentro del polvo un expectante logro ver algo y dijo:

~Miren!! Hay!! Debajo del mazo!!

Todos estaban perplejos, aquel joven híbrido había detenido el mazo con sus dos manos totalmente desnudas, el híbrido parecía no haber sufrido daño alguno, la joven majo al ver a su salvador vivo sonrió esperando a ver lo mejor, el híbrido se quito de debajo del martillo y luego dio un enorme salto justo a la cara del minotauro, era de saberse que los dragones poseían gran fuerza pero no tanto como aquel chico el cual de un solo puñetazo fue capaz de derribar aquel enorme bestia quedando sobre el viendo como la afición lo alagaba, mientras veía la afición no pudo dejar de ver al rey, a su esposa y claro por supuesto a la joven majo la cual sonreía emocionada al ver su hazaña, el rey mando a llamar a aquel híbrido y teniéndolo en frente suyo le pidió que se arrodillara.

~Me a quedado claro la enorme fuerza que tienes... Y con forme a esto... Te perdono la vida dragón... Quisiera pedirte el favor... De que fueran el guardián del reino, te brindaremos un hogar y comida a cambio de que cuide mi reino

El híbrido perplejo por aquel petición acepto y luego de esto todos volvieron al castillo en donde el rey le otorgó el permiso de quedarse en una de las habitaciones del castillo, la habitación no era la mas bonita ni tampoco la mas amplia pero prefirió eso a vivir en las afueras, esa noche todos en la aldea celebraron, por la llegada de un caballero que pese a ser de otra raza podría cohabitar con ellos y protegerlos, nunca se había sentido tanta paz en un reino, y por su puesto la joven princesa era la mas emocionada, por fin tenia cerca aquel rescatista que le brindo la mano sin siquiera conocerla.