Narrador
Ya había pasado una semana, una semana desde que Rubén le había dado la noticia a su querido amigo.
Todo esa semana se la pasaron juntos, intentaron terminar aquellos juegos que aún no terminaban...
Trataron que sus Girasoles germinarán lo más rápido posible...
Y sobre todo, terminaron aquella casa del árbol donde ambos pusieron esfuerzo y amor...
Se acercaba el día...
Tal vez el peor para ambos...
Todas las noches Rubén se saltaba por la ventana de su cuarto para ir con su amigo a dormir. Sabía que Alejandro le temía a la obscuridad, entraba y se encontraba con el menor con la linterna en mano y su oso de peluche.
Al verlo y el pelinegro corría a abrazarlo y lo invitaba a acostarse en su cama.
A veces comenzaban a caer gotas de agua que chocaban en la ventana de Alejandro, a la vez que caían algunos rayos causando un sobresalto en el menor.
Rubén al sentir que Alejandro temblaba del miedo, lo abrazaba de la cintura y lo acercaba más a el, mientras que el menor lo tomaba por el cuello y hundía su nariz en el hombro del ojiverde, causando que el mayor le acariciara su cabello negro del menor y con la mano sobrante acariciaba su espalda transfiriendole tranquilidad y confianza.
"Te amo Rubén..."- Susurro Alejandro
"Yo también te amo"- Respondió depositando un beso en la frente del petiso.
Así pasaban los días y las noches de toda esa semana...
De esa última semana que se verían...
Esos últimos momentos...
...
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