MAY

CAPITULO 2

Se han puesto a pensar en el número de niños en el mundo que no cuentan con una madre que los quiera y los ame cómo debe ser, bueno este definitivamente no es el caso de la pequeña Kate. Su madre ya lleva trabajando con nosotros una semana, y para ser sincera trabaja mejor de lo que todos esperábamos y siempre saca tiempo para compartir con su hija, la pequeña era muy juguetona y linda, era amable con todos y muy educada. Mi madre estaba más que encariñada con la niña, al igual que todos en la casa.

-Señorita May, podría bajar a desayunar, que se la va a hacer tarde para llegar al instituto?- Julia siempre procura que yo esté lista a tiempo, pues ya pudo notar que siempre llego tarde.

-Si Julia muchas gracias, termino de maquillarme y salgo.- Mi maquillaje de hoy es muy sencillo, un poco de rimel y brillo labial, mi outfit igual, consta de una blusa blanca con estampado de gatos, un pantalón vino tinto y unas converse negras.

Cuando bajó Kate está muy triste y eso es raro en ella, así que decido preguntarle

-Lo que pasa es que yo también quiero ir a estudiar donde tu lo haces, pero mi mami dice que no tiene dinero para pagarme un instituto tan caro- Escucharla decir eso me parte el corazón, pues ella asiste a un instituto público, y yo voy a uno de los institutos más costosos de la ciudad. Entiendo perfecto a Julia pues ella no se puede dar el lujo de pagar algo tan costoso, pero trato de animarla lo que mas puedo diciéndole que cuando pase a secundaria yo misma le pagaré la educación en mí mismo instituto. Cuando la veo más animada salgo corriendo al auto, pues como cosa rara voy tarde.

Al llegar encuentro a la tarada de Carol, mi mejor amiga.

-Ey mensa, llegas tarde- Y su buen saludo de como te extrañe llega a mis oídos.

-Ah no jodas perra, me dormí, si no fuese por Julia ni llegaba- Si mi padre me escucha hablar así me mata, pero así somos con Carol, nos insultamos, nos golpeamos pero nos amamos.

-Vale, vamos a clases que Pedro ya llegó y nos espera en el salón.- Pedro era nuestro mejor amigo, lo amábamos mucho, era el mejor de todos, era muy alto, con unos ojos verdes que simplemente eran dignos de admirar, era mono y muy guapo.

Llegar a ese salón de clases era un infierno, pues aunque me fuera bien académicamente y tuviera muchos amigos, era miércoles y mis dos primeras horas eran de química, y ese maldito profesor me odia tanto o más que yo lo odio a el. Desde el primer dia que llego al salon supe que tendría problemas con el, pues su arrogancia y su forma de pensar que por ser el profesor más joven, podría tratarse a los estudiantes como se le de a el la gana.

- Buen dia profesor Camilo- Decimos Carol y yo al unísono con toda la hipocresía del mundo, mientras entramos al salón y tomamos nuestros lugares en el medio. Cuando toda la clase se sentó el idiota ese comenzó con su clase

-Bueno clase, el dia de hoy hablaremos sobre los alcoholes, yo no precisamente el que le gusta beber los fines de semana a la señorita Walsh- Ese idiota y sus comentarios bobos, como si a mi me gustara beber alcohol, y si lo hiciera el seria el ultimo en enterarse. Después de una hora de explicación nos pone unos ejercicios, relativamente fáciles y cuando termino me acerco a su mesa para que me califique.- Término bastante rapido, si no esta segura de que esten bien, por favor tome asiento. No perderé mi tiempo con usted

-Mire profesor, su deber es calificar y enseñar, yo termine asi que evitense sus comentarios y por favor digame cual es mi nota- Siempre era lo mismo y la verdad el no me agrada para nada. Cuando me entrega mi cuaderno y miró mi nota de 2,9 no puedo evitar el enojo pues estoy segura de que estoy muy bien en todos mis ejercicios- Me podria decir porque tengo un 2,9 si todos mis ejercicios están bien

-Simple, yo bajo puntos por las cosas que me desagradan, y punto 1 su actitud de niña rica no me gusta, y punto 2 el dia que deje de hacerse la rica siendo una huérfana le pongo un 5,0- Y ese último comentario me hizo sentir como la peor persona del mundo, pues si bien yo aceptaba que era adoptada, nunca nadie me había dicho de esa forma; y con las lágrimas en los ojos salí del instituto sin siquiera recoger mis cosas de mi asiento y corrí hacia mi casa esperando ver a mi madre, pues era la única que me hacía sentir bien en estos momentos.

De pequeña, los niños eran crueles conmigo pues al saber que mis padres no eran míos en realidad se burlaban de mi, pero mi madre me enseñó que yo era mucho más especial que llos, pues mientras los padres de ellos les tocó tenerlos a ellos, mis padres me eligieron a mí, entre muchos más niños.

-Señorita May que pasa por que llora- Julia me tomó del brazo y muy preocupada me sienta mientras yo le cuento todo lo que me ha pasado.- No se preocupe por ese profesor que apenas lleguen sus padres y hablemos con ellos, ese profesor va a estar de patitas en la calle, nunca más le dará un problema.

Esas palabras me hicieron sentir bien en el momento, aunque por dentro yo sabía que él sería el causante de todos los problemas de mi vida, porque desde que él apareció yo supe que mi mundo cambiaría de algún modo.