|| Una hora antes ||
Cole Sprouse
Miraba mi reflejo un poco confuso; el labio me sangraba y tenía la ceja con un corte vertical, aparte de algunos otros golpes al rededor de mi cara y los nudillos con sangre; si yo quede así no quiero saber cómo quedó él. Imágenes de la pelea me pasaban velozmente por la mente: yo provocandolo, él insultandome hasta el momento en que vino contro de mí y comenzó a golpearme, me gustaba la adrenalina que sentía cuando peleaba con alguien, lo hacía por pura adrenalina, no por rabia, ni enojo, adrenalina pura. Hacía estas cosas desde que ella se fue, desde que nos dejó, se había perdido algo dentro de mí, y me daba miedo no poder encontrarlo más.
Agité mi cabeza un poco para dejar de pensar por al menos unos minutos, el lavandero del baño tenía gotas de mi sangre, lo miré por unos segundos, lamí mi labio inferior sintiendo el sabor metalico de mi sangre, la misma que se encontraba en el lavabo, abro el grifo y un chorro de agua helada se lleva mi sangre, haciendo que todo tomara un color rojizo: salgo del baño sin siquiera curar ninguna de mis heridas, no sentía el dolor físico en ese momento, tomo un trago de whisky y mis cigarrillos y salgo al balcón de mi habitación.
Deposito las cosas encima de la pequeña mesa que tenía afuera, apoyo mis codos en el barandal y observo como una figura se sienta en la acera, no logro distinguir si es una mujer o un hombre, la oscuridad nos inunda. Tomo el encendedor rojo que esta sobre la mesa y enciendo un cigarrillo, tomo una profunda calada y la nicotina entra en mi orgamismo; lo disfruto, es una sensación tóxica, igual que yo.
Siento que alguien me llama, me volteo y miro hacia los lados pensando que es mi hermano: pero no veo a nadie.-...aquí abajo.- siento una voz feminil llamarme desde debajo de mi balcón.
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-quédatelo, la próxima vez que nos encontremos me lo das con una frase escrita.- dije misterioso, no tenía ni la menos idea de si la volvería a encontrar.
-¿cómo voy a saber que eres tú si no te he visto el rostro? - decía de forma sarcástica.
-touché.- solté una pequeña risa. -esperemos a ver que nos prepara el destino, romeo- esbozo una sonrisa que sé que ella no puede ver, era la primera vez que hacia algo así, y la idea hacía que una pequeña corriente de adrenalina y una sensación de curiosidad me invadieran; antes de que ella pudiera decir algo más, su teléfono sonó. En el momento que lo cogió y miró el número en la pantalla la luz la alumbro vagamente, logré a ver con dificultad su cabello, rojo fuego, y algunas de sus vagas facciones, nada muy detallado, bastante escaso.
-¿qué pasa? - decía de forma algo molesta -¿que ella qué?- sonaba agitada, como si estuviera por colapsar. -te enviaré una dirección por mensaje, te veo en unos minutos, Jace.- escuché como colgo el teléfono
-ha sido un placer, julieta- su tono de voz sonaba divertido, logré ver como hacía un saludo con su mano y comenzaba a caminar hacia quien sabe donde.
'sí el mismo Satanás te pidiera fuego, ¿tú se lo prestarias?' escuché la voz de dylan detrás de mí.
-¿qué? .- respondí confundido; aparece de la nada y dice una cosa extraña, bufé.
-nada, sólo algo que se me ocurrió.- dijo quitándole importancia, en ese momento no me importó -¿tienes fuego?- agregó, llegando a mi lado: -no, no tengo.- dije con una pequeña sonrisa.
-genial, ahora tendré que ir a buscar adentro.- rodó los ojos y se adentró.
en ese momento no había entendido que, Satanás había venido hasta mí y me había pedido fuego; ella era Satanás.
es un poco corto, lo sé pero quiero dejar lo que le pasó a Haylee para el próximo capítulo, aparte de que la frase era para un final de capítulo ldfbsldjdi si no, no tenía sentido.
bye.
-A.
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bubble gum ||c.s||
Fanfictionella cambio cada comida por una goma de mascar y un cigarrillo; él cambio a las miles chicas que tenía a sus pies solo para tener a una. sólo para tenerla a ella.