Los típicos gritos animados de siempre ya no se escuchaban alrededor de la casa Sawada, tampoco se oían los fuertes sonidos de bombas y pistolas.
Ahora Namimori se sumergía en un tranquilo mar de calma y silencio, apenas interceptado por las bocinas de los coches y el cantar de los pájaros.
Y si bien los habitantes del lugar se sentían conformes con esa tranquilidad, una pequeña parte de ellos extrañaba los gritos animados y las risas constantes provenientes de la casa Sawada.
Desde que Tsuna y sus guardianes se mudaron a Italia para convertirse en la décima generación de forma oficial, Namimori ha estado mucho más calmada.
Y ni que hablar de cuando Nana, las chicas y los niños se mudaron definitivamente con los Vongola, parecía que el pueblo se había quedado sin voz y las tardes en el parque ya no tenían esa emoción de poder encontrar una bomba a tus pies en un momento de despiste.
Ahora todo era calma.
Los estudiantes ya no sentían esa emoción al correr para evitar ser mordidos hasta la muerte.
Las pequeñas mafias empezaban poco a poco a recuperar el control de la ciudad, porque, aunque el comité de disciplina no dejaba de cuidar Namimori, sin Hibari Kyoya los idiotas pensaban que eran invencibles e intentaban salirse con la suya.
En la preparatoria, los antiguos compañeros de Sawada extrañaban la presencia de Dame-Tsuna y sus extraños amigos.
Las chicas ya no tenían que corren del par de pervertidos conocidos como Julie y Shamal, mientras que el alcalde ya no recibía misterioso dinero de una empresa anónima para los arreglos constantes de la ciudad.
El director de Nami-chuu comenzaba a tener problemas con el comportamiento temeroso de los alumnos, y extrañaba las repentinas apariciones de Boren-sensei.
En el jardín de niños, algunos pequeños esperaban el regreso de la niña china y el chico vaca, mientras que las maestras ya no se preocupaban tanto por los problemas anormales en sus trabajos.
La zona de Kokuyo Land quedó vacía luego de la partida de los seguidores de Rokudo, y los ladrones y bandidos no dudaron ni un segundo en instalarse en ese lugar.
Los animales del bosque a las afueras de la ciudad volvieron a disfrutar de su paz y tranquilidad habitual.
Todo había cambiado de un momento a otro con la llegada de cierto bebé de patillas, no solo para Tsuna, sino que también para todo aquel que viviese en Namimori.
Nadie jamás imaginó acostumbrarse a esa locura, mucho menos llegar a extrañarla cuando desapareció, pero así sucedió.
Estas son las consecuencias de la ida de Vongola lejos de Namimori.
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¡HOLA!
¿Qué tal? ¿Les gustó?
Sé que solo fueron 440 palabras, pero creo que quedó bien igual :3
He de decir, que me costó más hacer la portada (porque ninguna me convencía e hice como 20 diferentes :v) que escribir esto :v
¡CHAOS!
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Consecuencias.
FanfictionNinguno de lo habitantes de Namimori pensó que llegarían a extrañar lo gritos y peleas de aquella ruidosa familia con la que habían convivido durante varios años... ➙KHR no me pertenece, es propiedad de Akira Amano.