Capítulo 1: Gane mi diario

33 2 0
                                    

Aquel día comenzó como cualquier otro día para Daniel o Dan, como lo llama su madre y su único amigo Eduardo. Pero definitivamente no era un día normal, porque era 4 de abril, día en que Daniel cumpliría sus 17 años. El estaba ansioso, pues de ahí faltarían solo un año para que el sea mayor de edad y pueda irse de Lins, la ciudad en que vivía, una ciudad con bastantes habitantes, y bastante desarrollada, pero Dan y su familia eran de clase media, y en el barrio en que viven hay muchos problemas, además Daniel no soportaba a su hermano menor, Peter. Pues sus padres adoptaron a Dan cuando supuestamente no podrían tener hijos, y unos años mas tarde vino al mundo Peter, hijo de sangre de los padres de Daniel, Elenor y Charlie. Dan llevaba su apellido, su nombre completo es: Daniel Pitié.

Daniel no sabe nada sobre sus padres biológicos, y los Pitié prohibieron que el intentase hallar algo sobre sus padres, no que el no lo hubiera intentado igual. El orfanato donde estuvo sus 3 primeros años de vida no tenían más ningún registro de Dan. Se habían perdido o algo así, fue lo único que le dijeron.

Cuando el se despertó, aun medio dormido fue hasta la pared de su pequeño cuarto, donde tiene algunos pósteres , figuritas, carta, etc. se fija en su calendario y estalla en un sonrisa y en un grito sordo, porque no quería ser castigado, su padre era de mano muy firme con sus hijos, pero más con Dan. El arregla su cama y su dormitorio.

Estaba muy feliz, ya que en su cumpleaños era uno de los únicos días en que hasta Peter le trataba bien. Daniel piensa que su madre le da propina a Peter para que le trate bien en su cumpleaños.

Era un viernes, su madre había preparado su desayuno favorito y Peter le dio un abrazo y dijo que le deseaba un feliz cumpleaños, no se sabe si lo deseaba sinceramente pero le hizo a Dan sonreír. Peter tenia 15 años, era bien diferente a Dan. Peter tenia el cabello bien negro, y Dan tenia castaño claro, tenían casi la misma altura, los ojos de Dan eran azules claros y de Peter castaño oscuros.

En la escuela solo Eduardo parecía saber que era su aniversario, porque fue el único que le felicitó y le dio un obsequio. Era un diario, parecía algo viejo, y como Eduardo sabia que a Dan le gusta escribir era un diario con muchas hojas. El diario tenia la capa de algo parecido a cuero teñido de un color bordo, parecido con el color del vino que no podía faltar en la copa de su padre en la hora de la cena.

Dan quedo muy feliz con su regalo, abrazo a su mejor amigo y guardo su nuevo diario en su mochila, doblo con cuidado la envoltura y la guardo también.

Esa mañana nadie más que Eduardo le felicitó y hizo cosas para agradar le, como ayudarle en un examen, en el que ni siquiera necesitaba ayuda, compartió su merienda, le compro masitas dulces, sus favoritas, etc.

La mañana no fue tan aburrida porque Daniel estaba tan ansioso y feliz que el tiempo pasaba rápido.

Por la tarde al llegar a su casa su madre había comprado un pastel no muy grande ni muy decorado, pero de chocolate, Dan ama el chocolate. Esa tarde Dan podría elegir el canal de la TV, y podía pedir cosas, como, podrías buscarme aquello por favor, y cosas así.

Pronto se asomaba el sol al horizonte, la luna ya se levantaba al lado opuesto, reinando como triunfadora de una batalla, estaba llena, nadie vendría a verle a Dan por su cumpleaños, a no ser por Eduardo que ya había avisado por teléfono que ya estaba llegando.

En algunos minutos llega Eduardo, traía mas un obsequio a Dan. Eran tres libros, a Dan y a Eduardo les gustaba mucho leer. Uno de ellos era de aventura, otro era de tema adolescente y el ultimo era de fantasía, el genero literario favorito de Eduardo, pero Dan no creía mucho en cosas del tipo, magia, brujería, vampirismo, etc. el prefería leer aventura, ciencia ficción, etc. Hasta había pensado una vez en ser escritor, pero fue solo un pensamiento pasajero, porque no sabía si lograría hacerlo.

Dan y Eduardo fueron a su habitación y hablaron sobre temas varios, como escuela, chicas, de lo que se rieron bastante, libros, películas, musicas y otras cosas. Hablaron y jugaron cartas, luego Elenor llamó a los chicos para cenar, Charlie había salido un día antes por negocios en la empresa que trabaja y volvería solo en una semana, tenia viajado al exterior y no volverían antes de lograr el negocio.

Eduardo se comporto súper educadamente en la mesa. Después de la cena, comieron un poco de pastel y luego ya se hacia tarde.

El padre de Eduardo tocaba la bocina de su coche en frente a la casa de los Pitié, ellos estaban viendo TV. Entonces se despiden y Eduardo se va a su casa, no se podía andar solo por aquellas calles a la noche, era muy peligroso. Dan observa el automóvil alejarse por la ventana y al perder su vista, les desea buenas noches a su madre y su hermano y sube a su cuarto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 18, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Magia esta en tu InteriorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora