Somos Jóvenes [Jarco] ||One-Shot SVTFOE|| #FA2017 #ElMejorLibro2017

Capítulo único

"El amor verdadero es ese sentimiento vivido en pareja con el que muchas personas sueñan. Conviene puntualizar que para que el amor sea verdadero es necesario que exista reciprocidad. No existe amor si uno ama pero no es correspondido. Solo es posible crear un proyecto compartido en común de la mano de la colaboración mutua y de la voluntad de ambos. El amor verdadero viene de la mano del cariño incondicional. Ese sentimiento tan fuerte a través del que una persona conoce de verdad a otra no solo en sus virtudes sino también, en sus defectos."

Los dos adolescentes se encontraban en un lago de la no muy famosa ciudad, Echo Creek. Llevaban dos años saliendo, era su "aniversario". Marco sentía los típicos nervios durante la cita con su chica soñada desde pequeño, la chica del mechón turquesa, Jackie Lynn Thomas. Ella se veía relajada, a pesar de no estarlo. Siempre había demostrado ser una chica demasiado segura ante las situaciones más difíciles, pero no lo era. Sinceramente, ella veía a Marco como un chico más que estudiaba con ella en su secundaria, pero después de que cierta rubia los uniera, sintió algo que no había sentido antes, en efecto... Ella estaba enamorada.

Nadie pronunció una sola palabra durante diez minutos puesto que la chica veía el paisaje algo melancólica, mientras que el chico pensaba en que le diría, pero no podía pronunciar una palabra. En efecto, él también estaba enamorado.

—¿No es lindo Marco?— Pronunció la chica.

—¿Q-Qué?— Respondió él reaccionando a la pregunta.

—El momento. Es simplemente hermoso.— Respondió la chica.—Marco, ven conmigo.

La chica se levantó de golpe, seguida por el castaño. Su castaño. Los dos corrieron sin rumbo aparente hasta llegar a un lugar, más específicamente un parque.

La pareja corrió de nuevo entre risas siendo observados tiernamente por muchos. "Son tan jóvenes, tienen una vida por delante" pensó un señor al verlos correr sin sentido por el lugar.

—Marco, tenemos que hacer algo para dejar nuestra huella aquí.— Dijo la chica sacando una pequeña navaja de su bolsillo.

—¿P-Por qué tienes eso a-ahí?— El chico se imaginó lo peor, lo cual sólo hizo reír a la chica. Ella corrió hacia un árbol, y dejó una inscripción típica de enamorados:

JLT+ MUD

Ésto encerrado en un corazón. El chico no supo cóno responder a ésta acción, él no estaba acostumbrado al "vandalismo".

—Jackie, ¿Segura de que ésto está bien?— Preguntó el castaño temeroso.

—No lo estoy del todo, pero somos jóvenes Marco. Y por eso, hay que vivir la vida al máximo. ¿Vienes?—Respondió la chica, y de nuevo, corrió hacia la nada.

El castaño nunca había visto esa actitud en ella, por eso se quedó sorprendido. Sólo había visto esa actitud en la Princesa Star, la cuál ya sólo era un recuerdo desde que regresó a su tierra natal, Mewni. Ella era un buen recuerdo de su adolescencia. Ahora el tenía a su chica soñada, ¿Qué más podía pedir? Nada.

Y así, el chico siguió de lejos a la chica con una sonrisa en el rostro. Ella tenía razón, eran jóvenes, por eso debían aprovechar el momento, podían enamorarse, reír, correr, llorar, hacer de todo, así que... ¿Por qué no disfrutar su adolescencia dignamente?

Llegaron al punto de inicio, el Lago Echo Creek. Un lugar lleno de recuerdos de ellos dos. Su punto de encuentro. Su lugar.

La chica empujó al chico repentinamente hacia el Lago y después ella se tiró. Pronto vinieron las risas por ésto. Después sólo iba a ser un recuerdo, lo tenían que hacer un buen recuerdo.

Después de horas de diversión en el agua, los dos enamorados decidieron salir para llegar a su hogar, ya había oscurecido, la Luna ya estaba ahí. No había más Luna Roja, sólo una bella Luna Blanca que guiaba a los dos a sus hogares protegiéndolos desde lo lejos. Los dos ya tenían su alma gemela.

Los dos adolescentes caminaron hasta la casa de los Thomas, dónde el chico la dejaría para recorrer el camino a su hogar de nuevo.

—Gracias Marco. Oh, ¡Espera! Tengo algo que darte.— La chica había olvidado el regalo sorpresa que le tenía que dar al chico. Rápidamente lo tomó de la mesa de noche colocada en su habitación y regresó. Un libro.

— ¡Gracias Jackie! Te veo mañana. —Dijo el castaño tomando su bicicleta y subiendo a ella. Ese día no era algo muy especial pues salían cada dos días por un helado, pero en realidad algo se encendió dentro de la chica de mechó turquesa: Ella ya sabía con quién pasar el resto de sus días en esa hermosa ciudad llena de hermosos recuerdos.

Los dos ya sentían eso llamado amor verdadero, no era una relación de días ni de meses. Ese amor se construyó a lo largo de dos largos años. Dos largos años en los que se habían demostrado lealtad, confianza y sobre todo amor. Al fin, el amor no tiene que ser perfecto, sólo tiene que ser sincero. Y así era el de ellos, nunca sería perfecto, pero siempre sincero.

Dos almas unidas por el destino. Dicen que si le pides algo al universo con demasiada fe te lo concederá, y eso fue lo que le sucedió al castaño. El deseó con tantas fuerzas que Jackie Lynn Thomas lo notara, y no sólo logró eso. Logro encontrar a su alma gemela.

El chico se recostó en su cama y empezó a leer el libro regalado por la chica. Un libro que antes había pertenecido a la amplia colección de libros de ella. Un libro que contaba una gran historia de amor entre dos jóvenes chicos que se enamoraron lentamente, y al final resultó ser un gran amor correspondido. Un final feliz como en la mayoría de las historias. Un amor real.

"Y ella subió a un árbol. El la miró extrañado de su actitud infantil. A ella no le importó.

— ¿Se puede saber que haces? — Preguntó el.

—Disfruto de mi vida, cosa que veo que tú no haces. —Terminó la chica para reír muy fuertemente cómo una niña de seis años. El entendió y subió con ella. Sus respiraciones chocaron, y los dos se dejaron guiar por el encanto de su amor juvenil. Los dos dieron su primer beso refugiados bajo las hojas de un árbol que daría inicio a su historia de amor."

¡Hola!  ¿Les gustó? Estaba inspirada y pues... Hice esto. Lo revisé tres veces en busca de faltas de ortografía, y creo que no hay nada.  ¡Los quiero extraños que lean ésto!