Cap 42

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Capitulo 42 - El Niñero

- ¡Volvieron!- alargué mientras bajaba corriendo las escaleras. - ¿Por qué no llamaron o avisaron?- pregunté mientras abrazaba a cada uno de los integrantes de mi familia.
-Decidimos darte la sorpresa- dijo mi padre.
- ¿Estabas llorando?- preguntó preocupadamente mi madre.
-Eh... es que ya los extrañaba, me gano la emoción- mentí.
- ¡Ay hija!- agregó enternecida volviéndome a abrazar.
- ¡Zayn!- saludo mi padre a Zayn quien venía bajando las escaleras - ¿No te ocasionó problemas?-
-No, ninguno en absoluto- mintió, claro que le había causado muchos problemas.
- ¿Seguro?- preguntó incrédula mi madre -Esperemos que así siga, sin causar problemas-
-Bueno, iré a tomar mis cosas...- dijo Zayn con una forzada sonrisa.
- ¿Por qué no nos acompañas a comer?- le dijo mi padre en tono de invitación.
- ¡No!- lo interrumpí rápidamente, ocasionando que mis padres voltearan a verme sin comprender mi reacción -Su novia lo está esperando, creo que será mejor que se valla- claramente no hablaba de mi -No quieres hacerla esperar ¿Cierto?
-S...Si será mejor que me valla...- pasó su mano por su cabello despeinandolo con cierto nerviosismo, dio la media vuelta y volvió a subir las escaleras.
Me destrozaba, me aniquilaba, me rompía aún mas el corazón que se fuera. Deseaba tanto tomar todo mi orgullo y enterrarlo bajo tierra, y así poderme lanzar a sus brazos sin importarme lo que había hecho. Más me era completamente imposible intentar hacer eso.
- ¡Ya me extrañabas!- me dirige a mi hermana menor mientras la tomaba entre mis brazos - ¡Por eso regresaste!- ella solo gritaba y se reía a carcajadas.
- ¡Claro que no!- decía entre carcajadas - ¿Sabes que me dijo mami?- dijo mientras la bajaba.
- ¿Que? ¿Que te dijo?- le pregunté mientras caminaba con ella a la sala.
- ¡Me va a comprar un perrito!- dijo emocionada.
- ¿Un perrito?- le pregunté fingiendo mucha emoción ya que así ella se emocionaba aun más.
- ¡Si!- sonreía de oreja a oreja - ¡Y le voy a poner Pelusa!- solté una carcajada - ¡Hey! ¿Por que te ríes?- frunció su rubio ceño.
-Pues porque yo creo que 'Pelusa' es nombre como de gato ¿No crees?- le dije aunque que nombre se podía esperar de una pequeña niña de seis años.
- ¡A mi me gusta Pelusa!
-Esta bien, Pelusa es un nombre lindo- le dije riendo, si otras fueran las circunstancias, seguramente la habría hecho enojar. Pero no tenia ánimos ni siquiera de molestarla.
- ¿_______ (tn) puedes ayudarme con las maletas de tu hermana?- me llamó mi madre, solo le respondí que si.
Fui a la entrada para tomar las rosas maletas y subirlas a su habitación las tome mientras que mi hermana no paraba de hablar sobre la que seria su nueva mascota.
Caminé hacia las escaleras con las maletas y me topé con Zayn quien ya traía la suya, su mirada se encontró con la miá.
-______ (tn) por favor...- olímpicamente lo ignoré y seguí subiendo las escaleras.
El dolor en mi pecho era incontenible, respirando profundamente deje las maletas en la habitación de de mi hermana.
Pasé toda la tarde con mis padres y mi hermana, me platicaron de como la habían pasado aya, y que ahora podrían manejar la empresa desde acá, sin necesidad de abandonarme o cambiarme de colegio.
Cerca de las diez de la noche, cada quien fue a su respectiva habitación. Me cambié y me senté en la cama, me sentía sola. Por tres meses no nos habíamos separado, más que por el tiempo que estaba en el colegio. Pero fuera de ahí siempre estábamos juntos. Subí mi mano a mi pecho y tomé el pequeño dije con la letra "Z", no pude evitarlo y una lagrima volvió a caer.
Era increíble como seguían saliendo. Por un momento pensé en quitarme la cadena, más no lo hice. Acomodé las sabanas para meterme debajo de estas. Me estiré para apagar la lampara que estaba en la pequeña mesa de noche, y no pude evitar mirar las fotos que hace poco nos habíamos tomado en el parque de diversiones. Todo parecía ponerse intencionalmente para recordarme a el. Tomé la tira de fotografiás, y en automático las acaricié.
La regresé a la mesa de noche solo que esta ves debajo de un libro y así evitar volver a verla.
Tomé una almohada para envolverla con mis brazos, me hacia tanta falta. Me había acostumbrado tanto a él. Sus grandes brazos envolviéndome haciéndome sentir segura, Su respiración chocando con mi cabello y su delicioso aroma inundando mis pulmones. Lo amaba mas de lo que creía.
Pero todo había terminado. Tal vez para el ni siquiera había comenzado. Tal vez había sido una forma para entretenerse por el tiempo que estaría aquí. Sin darme cuenta había dejado la almohada llena de lagrimas, limpié mi rostro y giré la almohada. Cerré mis ojos y de un momento a otro caí en un profundo sueño...

El niñero ( Zayn y tu) :*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora