Nuestro Amor Es Mágico "Lutteo, Simbar y Gastina"

Capitulo 25 Daría mi vida por ti

Narra Nina:

Mejor intento no pude haber hecho, gaston me odia y me quiere a la vez, jeins me pregunto sobre los moretones que tenia en mis piernas, como le dije a gaston le invente que son de cuando me secuestraron, aunque son recién hechos, se que la culpa la tuve yo, por no decir la verdad antes, en fin haré lo que sea para estar con mi bombón favorito, entre a mi casa y pase por él despacho de mi papa, iba a subir a mi cuarto pero escuche una conversación de mi papa que me llamó la atención.

Diego: Si lo se oracio, si tu hijo y tus hijas han estado viniendo, jeins esta bien con nina, emilia con Simón increíble y eva con Matteo ni se diga, ¡oh pero claro que si! Cuando quieras gran amigo, pues claro cuando quieras, ¡la boda va!

¡Esperen! ¡boda!

Nina: De que esta hablando. Susurré contra la puerta

Diego: Si claro, nina y jeins se casaran pronto, adiós

Nina: ¡ESTAS LOCO! Grite entrando a su despacho

Diego: Hija, porque entras así? Dijo sobresaltado

Nina: ¡Contestame papa! Exigí
Diego: ¿Que escuchaste?

Nina: ¡Absolutamente todo! ¡Tu no puedes Obligarme!. Grite furiosa

Diego: Hija yo no te obligare, pensé que querías a jeins y que querías casarte con él. Dijo mientras observaba unas carpetas

Nina: ¡Pues te equívocas! le quite las carpetas con brusquedad y las tire a él escritorio __Escuchame muy bien papa, yo nunca, ¡Nunca! Me voy a casar con jeins. Dije seria

Diego: Desde cuando te comportas como una malcriada? Dijo enojado

Nina: No es eso, es solo que no puedes obligarme, mira papa hace un par de años que metiste a jeins por los ojos, sin importar si yo quería o no, lo mismo hiciste con Simón y Matteo, tu no tienes ni idea de lo que nosotros sentimos, ¡Somos humanos papa! ¡Somos tus hijos! No unos desconocidos, nosotros sentimos, no somos robot date cuenta ¡De una maldita vez! Grite enojada

Diego: ¡Bajame él tono! A mi me respetas nina, a ver porque me dices todo esto? Porque no te quieres casar con jeins?

Nina: Simple no lo amo, y él respeto se gana balsano. Dije seria

Diego: Que acaso no me eh ganado tu respeto? Y si no amas a jeins porque estas con él? Preguntó sin entender, reí amargada

Nina: Tiene que ser una broma, te recuerdo que fuiste ¡Tu! Él que así lo quiso, fuiste tu quien vino un día y me dijo, Nini ti prisinti i ti nivii, y lo hiciste sin consultarme. Dije enojada

Diego: No te das cuenta que quiero un mejor futuro para ti? Tu y tus hermanos son todo para mi, si ustedes no están yo no soy nadie, son lo único que me queda de su madre. Dijo entristecido

Nina: Te equivocas, Matteo, Simón y yo no somos lo único que te quedó de mama, también hay un maldito asesino que no nos deja en paz por culpa de esa ¡maldita deuda que tu no quieres pagar! Grite seria

Diego: Hija entiende, no puedo pagar algo que no debo. Dijo con Simpleza, frunci él ceño

Nina: Osea que nosotros no te importamos, ¡Eres increíble papa! Dije decepcionada

Diego: Nina entiende....

Nina: ¡¿Que quieres que entienda?! ¿Que prefieres que nos maten? ¡Es A mi y a mis hermanos que nos quieren matar! ¡Tus hijos! Pretendes entonces que paguemos todo nosotros? ¡Eso quieres! Dije furioso

Diego: No hija no quiero eso...

Nina: No se nota. Susurré decepcionada y salí de ahí, no puedo creer él clase de padre que tengo.