Alguien de día, Alguien de noche. - Hetalia (FrUk)

Capítulo 2 : Alguien de Noche.

Arthur P.O.V

Me encontraba preparándome para la noche, hoy estaría muy atareado.

— ¿UK me copias?
— Te copio. ¿Qué sucede?
— Tienes que llagar ya. El invitado está en la sala.
— Llego rápido.

Después de eso ya no me respondió y decidí irme hacía mi carro.

Te preguntarás, ¿Por que éste hombre usa un taxi si tiene su propio coche? Pues eso es por qué pertenece a mi otra vida.

Llegue rápidamente al lugar ya que quedaba cerca de mi departamento, pero al salir del coche vi a lo lejos que el invitado ya estaba saliendo de la sala. O sea, que la víctima salía del lugar.

Me acerqué al coche donde se encontraba y di un golpe en la ventana.
— ¿Sí? — preguntó un poco engreído.
— Disculpe, ¿Podría decirme dónde queda el Abbey Road? — pregunté con un acento diferente al que suelo usar.
— Con que turista, ¿Eh? Podría ayudarte a llegar al lugar... Puedes venir conmigo.
Tenían razón con su investigación, este tipo se interesa en los turistas.
— ¿No sería mucha molestia?
— Claro que no joven.
— ¡Gracias!
Dije con un tono de voz infantil, algo que me
hacía vomitar. Entré al asiento copiloto del coche y el comenzó a manejar. 

Tomé mi celular y le mandé un mensaje a mi jefe.

— Me encuentro con él, ¿Lo hago ya o lo dejo por un rato más?

—  UK, tenemos que encontrar su base. Si no lo hacemos podrías en riesgo el objetivo principal de la misión.

— Está bien.

— ¿A que te dedicas chico?
— Aún estudio señor. Vine de intercambio.
— Oh... excelente.

Okay esto me comenzaba a incomodar. Tenía un año de experiencia y soy el mejor en el plantel pero no me había topado alguien tan perturbador.

— Señor, ¿Dónde esta-

No pude terminar la oración por el golpe que me dio inesperadamente, así que tomando mi mejilla intenté salir del coche el cual estaba cerrado en su totalidad.

— Hijo de perra.
Susurré al darme cuenta de la sangre que escurría de mi nariz.
— Acento estúpido. ¿Te crees muy listo? Sé que eres de la organización.
— No por mucho tiempo.
Dije para después enviar la ubicación del lugar rápidamente pero recibí otro golpe que interrumpió la acción.

Voltee completamente mi cuerpo hacia dónde estaba para levantar mis piernas y golpearlo, algo que funcionó ya que su puerta se encontraba al igualmente completamente cerrada. Lancé otra patada pero el abrió la puerta y se dejó caer para atrás mientras tomaba mis piernas atrayéndome y cayendo a su lado derecho.

— No puedes conmigo princesa.
— ¿A quién le dices princesa?

Dije para después tomarlo del cuello y comenzar ahorcarlo mientras el tomaba mis manos. Apreté con toda mi fuerza hasta que pude desmayarlo y entré de nuevo al carro para poder enviar el mensaje.

— Estos tipos cansan, es malo de no ser alto. Pongo esto y enviar. No fue tan difícil.

Me arrepentí de decir eso ya que el anteriormente invitado no había sido del todo cubierto, lo que hizo que me recibiera con un " abrazo por detrás que casi saca mis ojos de mi cráneo. Pero no hay nada que una patada en los genitales no ayude.

Teniéndolo en el suelo decidí amarrarlo con unas sogas que el mismo tenía en su cajuela y lo metí al coche.

Al mismo tiempo que yo me iba, mis compañeros llegaban a la escena.

Hoy había sido un día estupendo para mi otro yo, hasta que casi atropello a un chico que iba en la calle casi dormido

— ¡Perdón!

— Perdón un comino.
Susurré y voltee hacia el joven, no estaba tan mal.

Después de haber dejado el carro en la agencia de mi organización para la verificación completa del vehículo y su dueño. Encontramos que en realidad era un coche robado. El joven al que se lo robaron lo llevaba buscando por meses, si supiera a toda la gente que secuestraron con él...

— Aparentemente trabaja en la misma industria que tú.
— ¿En serio? No me parece conocido.
— Pues aquí dice tu lugar de trabajo, yo que sé. Por cierto ya te puedes ir, el bastardo de NESS dice que no te necesitará hasta dentro de una semana, estás libre suertudo.
— ¡¿Qué?!
— Lo que oíste bastardo, sé que te gusta hacer esto pero no sé si con ese moretón en el ojo podrás hacer una misión discretamente.
— ¿Moretón? Oh demonios es cierto, ese sujeto me golpeó dos veces en el rostro.
— Sólo lárgate, ya me harté de escucharte.
— Adiós, idiota.
— Adiós bastardo.

Al salir de ahí me pregunté aleatoriamente, ¿Qué le habrá sucedido al joven? A pesar de lo rápido que fue, pude notar que su nariz estaba roja y sus ojos hinchados, tenía una apariencia joven. Me pregunto qué le habrá sucedido.

Bueno, nunca lo sabré.

— Qué sueño da cuando lloras.
Decía un joven rubio llegando de su trabajo del cual lo habían despedido.

— ¿Por qué siempre que intento tener un trabajo me despiden? Deberían amarme. Tendré que llamarlo de nuevo... — tomó su celular y marcó. — Matthew! Mattie! ¡Amigo del alma!
— ¿Te despidieron de nuevo?
— Sip.
— Alfred sabes que este es el tercer trabajo en el mes, ¿Verdad? — un silencio profundo lleno la conversación dándole entender que era un sí. — Tú sabes que te quiero mucho pero no jodas.
— ¡Por favor! Está es la última vez. Te lo juro.
— Bueno, como ya es la última vez. Haré que te contraten en la empresa en la que yo trabajo.
— ¿Aqua quien-sabe-qué?
— Aqua Empire. Pero sería de el típico chico que da los correos. Así que mañana a las 7 de la mañana en la oficina adiós.
— Pero...

Ya no pudo responder ya que le colgó.

— ¿Gracias?