Tropezando con (la) Muerte

305 34 39
                                    

Los 10 minutos antes de que la paciencia de Muerte se fuera al carajo y Vida se subiera a un árbol.

-¿Cómo fue la pelea?- preguntó Vida, pero Muerte no le contestó, a cambio le hizo una mueca de duda- ...esto, me refiero al ataque de los Bligth aquí... ya sabes... no recuerdo mucho- volvió a mentir aunque por dentro se sentía un completo hipócrita. Más le sorprendió que Muerte solo levantara sus hombros y le diera la espalda- "¿Qué contestación fue esa?"- ya se estaba imaginando lo muy molesto que se encontraba, así que busco otras medidas- que lindas las magnolias que traes en el cuello- dijo señalando el collar que él mismo se lo había regalado la última vez- ¿Te lo regaló Amor?- esta vez captó un poco la atención de muerte, aunque seguía con su mutismo- Oye Muerte, ¿A caso te comió la lengua el gato?- y otra vez lo volvió a ignorar cabalmente- "Magnífico ahora lo fastidiaste más"- se reprendió

¿Y ahora qué? Ambos no sabían que hacer, no había Bligth a la vista, pues fue una mentira para despistar a los demás dioses de lo que ocurrió en verdad en ese lugar, tampoco podían ir al reino de Ithis pronto, pues crearían sospechas y mas encima se supone que Vida no sabe de su anterior pelea, y hablando de Vida, recordó que la razón por la que Muerte no le contestaba era porque lo habia mandado a la mierda en su última pelea, motivo por el cual no contestaba sus insistentes preguntas y determinó que la única forma de hacerlo hablar de nuevo era enojandolo más. Y aunque ya tenía una clara idea de lo que podía ocurrir, mantenía un as bajo la manga en caso de cualquier cosa que vaya a ocurrir.

Lo que Vida no se esperaba fue que el haberlo estando fastidiado mucho, mencionó algo que solamente el Vida con memoria sabría, siendo descubierto al instante por Muerte, quien con su aura amenazante persiguió a Vida por todo el bosque gritando a los mil vientos soeces en contra del benefactor no muy dignas de su delicadeza. A Vida no le quedó de otra que recurrir a su as, que consistía en retirada. Y por eso se encontraba arriba de un árbol, escapando de las garras de la muerte...

Despúes de todo...

-Eres difícil de atrapar... perdón por el ojo en tinta- suspiró Muerte cuando toda la desmadre se calmó, no estaba en su naturaleza ser agresivo, pero ya su estado con Vida había pasado a otro plano.

-Está bien, me lo merecía...- contestó rendido ante los hechos.

-¿Por qué siempre eres así? ¡Ya tu forma de ser es enfermiza! Siempre queriendo alejar a todos de ti, cuando lo que más odias es la soledad ¡Por Ithis Vida! No fue la primera vez que lo intestaste, ¡pero esta vez llegaste muy lejos! ¿En qué mierda pensabas? ¡Es como si tú te castigases sólo, por dañar a los demás! ¡Pero dañando a los demás! En más yo...- quería descargar toda su frustración, pero sabía que no le haría bien a ninguno de los dos, dudaba si estaba en lo correcto.

-Continúa- le cedió el otro- Estás en todo tu derecho en decir lo que sientes.

-Yo... no quiero perderte, pero tampoco puedo perdonarte, lo que hiciste de verdad me daño y entiendo las estúpidas razones del por qué lo hiciste, pero Vida, así no son como se arreglan las cosas... no puedes pedirme alejarme de ti... el único quien lo hacía entre los dos eras tú... siempre me guardaba las lágrimas cuando me tratabas mal, porque sabía que regresarías a mi... pero cuando me  pediste que yo me alejase de ti...- Muerte estaba a punto de romper en lágrimas con lo que iba a decir- ¿De que sirve todo ese sacrificio si el amor de tu vida te quiere lejos?

-Yo...

-No digas nada, ya no...- se interrumpió al presentir movimiento amenazante entre los árboles, eso no era posible.

-¿Que sucede?- preguntó un Vida aún desorientado por la pequeña paliza que le dio el juez.

-¡Agáchate ahora!- gritó Muerte invocando su guadaña asustando a Vida, quien casi corre a subir un árbol de nuevo si no fuera porque el juez con una de sus energías votó a Vida en el suelo sin que se diese cuenta de que lo salvó de un Bligth.

-¡¿Qué te pasa?! ¡Ya se que estas enojado! ¡Pero estaba con la guardia baja!- replicó el otro aún sin darse cuenta de la situación.

-¡Idiota! ¡Nos están acorralándo!- contestó malhumorado y preocupado por lo que estaba ocurriendo.

-¿Qué cosa?- volvió a preguntar

-Quédate ahí bien quieto, estarás seguro- la paciencia de Muerte ya estaba al tope de nuevo, por lo que sabiendo que Vida no andaba tan bien como aparentaba, lo encerró en una burbuja de su propia esencia para que no lo lastimarán.

-¡Oye! ¿Qué haces? ¡Sácame de aquí! ¡Oye! ¡Muerte! ¿Acaso es parte de tu venganza? ¿Te hace más feliz tenerme encerrado?- cuestionó el otro sin saber lo que decía.

-¡VIDA! ahora verás lo muy 《feliz》 que estoy....- recalcó el otro ya esperando que los Bligth apareciesen para desestresarse un poquito... harto.

-"Ay no... yo y mi vocota..."- se dijo Vida.

Al instante, el lugar se vio repleto de plagas rodeando a los dioses, y comenzó una pelea interminable, con Muerte ocupando todo su potencial para eliminar a las plagas y un Vida preocupado, tratando de escapar de la burbuja en la que se encontraba, para ir a la ayuda de su compañero.

Hasta que en medio de la pelea, la cantidad de plagas habían sobrepasado su capacidad y Muerte se encontraba a penas haciéndole frente a estos. El benefactor al fijarse en esto, se preocupó el doble de lo que ya estaba y trataba de salir lo más pronto posible, pero la escena que desencadenó su libertad fue ver a Muerte siendo atacado por atrás. Al instante fue por su ayuda, eliminando los Bligth de alrededor y cargando a Muerte alejándose de la conmoción. Vida trató teletransportarse, pero no ocurrió nada causándole terror, tenían que ir por ayuda, pero ¿Cómo? No faltó mucho para que volvieran a ser rodeado por las plagas, y Vida no tuvo elección.

-Muerte, cierra los ojos, por favor...-pidió aún cargandolo y el juez sin saber lo que pronto ocurriría, los cerró. Entonces Vida sin preámbulo alguno, invocó su poder- Alis Aquilae...- donde aparecieron sus alas, con los cuales cubrió a Muerte, protegiéndolo de su propio poder, y siendo rodeado por una luz, expandió su poder, causando en instante que, lo que alguna vez fue la Tierra era ahora restos sin vida espacidos en el espacio. Tras esto, Muerte abrió los ojos.

-¡Destruiste la tierra!- gritó sorprendido Muerte al ver los restos de lo ocurrido- ¡Vida! ¿Qué ocurre?- cuestionó el juez cuando el benefactor desfalleció en los brazos del otro.

-Es... la Tierra... la vida... soy el dios de la creación... no puedo destruir, está en contra de mi naturaleza... y si sucedía, el efecto podía devolverse en mi contra... Muerte, me alegra que seas tú...- no pudo terminar la frase al ver la cara de preocupación de Muerte y entonces cambió lo que iba a decir por algo que de verdad sentía- Tus manos son tan frías... siempre me han gustado... porque hacen contraste a lo que hay dentro tuyo, un corazón de oro, tan... cálido... que no se como podía permitir que se rompiera...- decía tomando la mano del otro y con esfuerzo creó una especie de anillo con diseños de una magnolia-  parece que este sí será mi último regalo para ti... mas vale tarde que nunca... perdón por la demora...- dijo entregando su obsequio a Muerte.

-Vida...- gimió el juez aguantando las lágrimas y sosteniendo al benefactor más fuerte entre sus brazos- por favor... resiste, no me dejes, no otra vez...

-Je... creo que es nuestra maldición... Muerte... acércate- susurró esto último.

El juez se acercó más a petición de Vida, y este sujetando la cara de su contraparte lo besó de manera torpe y dulce, como siempre solía ser.

-Te amo...- dijo acariciando su rostro antes de dar un último suspiro y alertar a Muerte tras dejar caer su brazo, el sentir sus manos perdiendo el calor muy rápido... una señal que le rompió el alma al saber que tenía que cumplir su trabajo, las manos frías.

Manos Frías V [AMOLAD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora