Prólogo

205 16 0
                                    

- Anne Weigel -


Persona ignorada, rechazada, solitaria, y por supuesto; rota.

Vida normal como todas las personas en el planeta, bueno según todos porque no era normal, yo no era normal ¿Porque? Sufrí de acoso tanto verbal como psicológico y físico. Cuando entre a la preparatoria creí que mi vida iba a cambiar dando un giro de 360° y seria feliz, pero eso no ocurrió.
Estúpida vida que me toco vivir.
Nada mejoraba con el paso de los días, siempre estaba con mi mamá, Sara y conmigo misma jajaja tonto ¿no? Pero es verdad. Mi vida era una miseria ha comparación de todos los chicos de mi salón, ellos son populares, de dinero, tienen permisos y lo mas importante que yo quisiera tener; un papá que hubiera dado su tiempo y su vida por mi.
En segundo año de preparatoria empezó una nueva etapa o según eso decía Sara, ella pensaba que todo iba a cambiar... Pero realmente nada cambio sino empeoro, ¿Porque? Pues mi mejor amiga descubrió que yo era diferente al resto de lo que una vez ella supuso y yo negué siempre a risas sarcásticas. Al año y medio ya no soportaba a los estúpidos chicos ni chicas "Populares" y empecé a encerrarme en mi cuarto sin luz ni agua y mucho menos comida. Después de que mi madre tocara mi puerta por largas horas decidí salir solo por ella otra vez.

Una tarde en el colegio escuche como lloraba una chica en los sanitarios de mujeres y me escondí detrás de una puerta, logre ver como se auto lastimaba con una navaja de afeitar y cuando vi la sangre correr por su brazo me alarme y me acerque con miedo a ella pero entonces ella me dijo "Es para aguantar otro día de vida mas" "Y te hace sentir muy bien" para después irse por la puerta con una sonrisa como si nada hubiese pasado.

-ESTÚPIDA- Murmure sacando un cigarro, tabaco; tan asqueroso como liberador.

Saliendo del colegio le dije a Sara que no me iría con ella porque pasaría mi madre por mi, pero lógica: Era mentira.
Tome un bus y me baje en una esquina antes de una farmacia que había por mi casa, camine un largo trayecto a mi casa pero mientras lo hacia recordaba a la chica del baño, estúpida ingenua que cree que haciéndose daño podría mejorar esta vida de mierda. Después de un largo camino con canciones de Green Day, llegue a casa.
Mi madre me recibió con una sonrisa radiante y me aviso que bajara a comer antes de que ella se fuera al trabajo, yo asentí desganada y fui a mi habitación donde cambie mi ropa de colegio por una mas cómoda y holgada, camine hacia el baño con la caja de cigarros entre las manos. Mi madre odiaba el cigarrillo con todas sus fuerzas pero me encantaba hacerla enojar ya que siempre pretendía ser la madre perfecta cuando lo único que hacia era sentirme diminuta con cada error que encontraba en mi desde que papá se había ido de la casa. Lo seguí haciendo durante meses, y si, me hacia sentir libre y menos cansada emocionalmente.

Sara me descubrió un día que vino de visita a mi casa, me dijo cosas horribles y me reprocho todo el dolor que sintió hacia mi, llore en sus brazos y jure no hacerlo más, ella se enojo y iba a restarle importancia hasta que recordé lo importante que era para mi desde pequeñas, pedí una disculpa con un ''No lo volveré a hacer'', lo cual era mentira.  Recuerdo que dijo "Estas echándote a perder, Anne Weigel" y me miro con furia. Mi cabeza daba vueltas porque sus reclamos no paraban ni un jodido segundo. 

Que se jodan si no les gusto como soy.

Pero al tiempo todo cambio, había una forma de cambiar. O alguien por quien cambiar mejor dicho.

The broken heart (Mario Bautista) *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora