『Imposible.』- [Brothers Conflict - One-shot] (Asahina Iori)

Imposible.

¿Sabías que en el lenguaje de las flores, la rosas azules significa imposible?

Pero, ¿qué es imposible?

Cualquier persona diría: "algo que no puede obtenerse, algo que no puede ocurrir ni tampoco realizarse".

Es lamentable usar esa palabra a menudo, ¿no es así?

Pensar que lo deseado es imposible sin intentar hacer aquello.

La humanidad se resigna y trata de adaptarse, cayendo siempre en el abismo al elegir opciones equivocadas o impuestas por otros.

Aferrado siempre al tener que vivir como los demás, para cualquiera sería imposible conseguir lo que uno anhela.

Ese sería un ejemplo bastante típico al hablar sobre lo imposible, aunque no es el único del cual podemos mencionar.

Qué tal si pasamos a un ejemplo igual de lamentable.

"Es imposible volverme a enamorarme"

"Es imposible no aférrame al recuerdo de mi antiguo y único amor"

Esa frase rondaba por la mente de dos jóvenes que perdieron a un ser querido, un ser tan amado y apreciado.

"Fuyuka"

"Knema"

...

Al principio, los hermanos Asahina odiaban rotundamente a la joven que enamoro a su amada hermana, Ema.

"La castaña era de ellos, de nadie más"

Con el tiempo, ese odio y envidia desapareció de sus corazones, cambiando a un profundo amor y deseo de ser aquel a conocer todo "de aquel ángel" que apareció de repente en sus vidas tan monótonas.

"¿Será correcto quitarle el amor de la castaña sólo por egoístas?"

Pensando en aquello, sin importarles nada, algunos de ellos intentaron conquistar el corazón de Aika, una joven talentosa y pródiga al tocar el piano y violín de la manera más hermosa e hipnotizante que alguien podría escuchar.

"Perfección era sinónimo de ella."

Pero solo uno de ellos entendía lo sucedido en su pasado, solo uno había pasado por lo mismo que la hermosa y joven Aika.

Ese era Iori, el décimo hijo de la familia Asahina considerado por muchos: un príncipe.

— Aika-san, de nuevo en el jardín. — Habla a las espaldas de la rubia que observaba las flores plantadas en el patio.

— Iori-san. — Giro su cuerpo al escuchar aquellas palabras. — No sabía que estaba aquí. — Confiesa, sonriendo ligeramente en un intento de "saludar".

— Acabo de regresar. — Contestaba mientras imitaba la acción de la rubia.

— Las rosas han florecido por fin, se ven bastantes hermosas. — Decía felizmente al notar que el trabajo del "príncipe" no fue en vano.

— Me halaga tanto su comentario. — Aceptaba el cumplido de la joven. — ¿Tienes pensado visitarlo? — Cambió de tema tan repentinamente. Aquel tema que le era bastante difícil tratar a la hermosa rubia hizo que la deslumbrante sonrisa en su rostro desapareciera.

— ¿A quién? — Trato de una manera inútil evitar hablar sobre eso.

— Sabes a quién me refiero. — Ve de reojo a la rubia, notando que está hacía una mueca y sus ojos brillaban.

— ¿Por qué lo preguntas? — Cuestionaba al peli-plateado sin dejar de observar la rosas frente a ella.

— Lo haces a menudo. — Respondía" frió" el cuestionamiento anterior. — Lo visitas cuando sientes la necesidad de recordar los momentos que pasaste a su lado.

— ¿Y eso está mal? — Respondió "agresivamente" los comentarios de su acompañante.

— Si. — Contesto.

— Tú también lo haces, ¿no es así? — Un ligero viento hizo mover las rosas de un lado a otro. — Tú también te aferras a alguien.

— Admito que es verdad. — Toca delicadamente la cruz en su pecho. — Alguien que se atravesó en tu vida y la cambió por completo, al desaparecer, se siente la gran necesidad de sentir su calidez nuevamente. — Comentaba lo que vagaba por su mente. — Aika-san, ¿has intentando obtener esa calidez con alguien más?

— No lo he intentado. — Eso era una completa mentira. Pensaba que ese efecto podría ser el mismo en el momento que saliera con Ema, pero nunca lo obtuvo. No quería decir que no le parecía lindo el cariño de la castaña, pero sentía un pequeño vació que nunca era llenado.

— Ya veo. — Al ver que la rubia seguía observando las rosas, alza sus brazos para "enredarlos" en el cuerpo de ella. — ¿Qué sientes ahora?

— Iori-san... — Contrarió a las reacciones de la castaña, no se sonrojaba tan fácilmente. Trataba de pensar en la manera en cómo se sentía en ese instante, intentando obtener una respuesta a su pregunta. — nostalgia.

— Es extraño, siento lo mismo. — Hablaba sin soltar el agarre.

— Gracias. — Decía esto mientras cerraba sus ojos y disfrutaba del momento.

— ¿Por qué agradeces? — Preguntaba dudoso.

— Por recordarme a un sentimiento agradable que pensaba imposible obtener nuevamente. — Unos recuerdos de ese alguien fueron pasando por su mente.

— Entiendo. — Sonreía ligeramente al pasar por lo mismo que la rubia.

...

Los patrones unen a las personas.

Intentando obtener cariño y calidez de ese alguien que siente lo mismo.

¿Es correcto compartir el dolor?

Realmente eso no lo sé.

.

.

.

"Soy el/la único/a quien asesino a mi verdadero amor"

"El peso de un pecado del cual no puedes afrontar"

"Es seguro el peso del amor"

Imposible.

Nota de la autora:

Esté One-shot es dedicado a alguien muy importante y apreciado para mí.

EloiseEssaim, espero que le haya gustado este pequeño regalo. Lamento si es algo corto y "sin sentido" en algunas partes. También lamento si utilice su personaje en su Fanfic y espero no haberlo arruinado.

No soy muy buena felicitando, así que lo único que puedo decir es: ¡feliz cumpleaños!~ <3