Siento un impulso un poco premeditado de escribir unas líneas.
Es fácil llegar a la felicidad, pero es más facil todavía pasar de la felicidad, al caos y descontrol total de las emociones. O, almenos para mi.
Me podría considerar la chica de las montañas rusas, de las subidas y bajadas o de los túneles sin salida.Cierro todas las puertas cuando algo es demasiado complicado para mi autoexigencia y perfeccionismo, considerandolo inalcanzable para mi.
Visto de negro aunque no haya un funeral real, pero en mi mente se enterraran todos los caminos que me llevaron a él.
Los veranos siempre se me han hecho largos pensando que en septiembre tendría una rutina que controlaría mi malestar.
Esa que nunca llegaría.
Los chicos que han pasado por mi vida siempre se han olvidado de mi y yo también de ellos aunque no de lo que hice.
Las muñecas con las que jugaba eran de carne y hueso y estaban un poco más encima de mis manos.
No podía controlar mi mente.
Cuando aprendí a no pensar aprendí también que la felicidad depende de cómo te encuentres tu contigo mismo, y que hablar sobre la felicidad es posible, sólo, cuando vives para encontrarla.
SÓLO CUANDO VIVES PARA ENCONTRARLA.
ESTÁS LEYENDO
cuando nada te llena
Teen FictionSon textos. Los escribí en algún momento de mi vida en el que mis emociones estaban tan al límite, que no podía expresar en voz alta lo que sentía.