10.

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El clima cálido acompañado de una brisa fría el clima perfecto para Jungkook.

El azabache se encontraba saliendo del instituto al acabar sus clases de piano. Era sábado, y por lo tanto, los sábados le tocaba salir temprano.

Iba a encontrarse con Taehyung, ya que tenían planeado ir al cine y luego tomar algún batido en Starbucks, uno de los lugares favoritos del azabache luego de la biblioteca y la sala de piano.

Se acomodó la mochila que llevaba en el hombro mientras caminaba por los pasillos hasta llegar a la puerta de salida y se sacudió los cabellos, la bufanda que llevaba al rededor de su cuello lograba cubrir sus hermosos labios rosados. Después de todo, a pesar de que el sol lograba mantener la temperatura corporal de las personas, la brisa fría conseguía hacer su presencia, avisando que estaban a casi nada de que el invierno comenzara.

Jungkook levantó su mirada una vez que salió de aquel enorme instituto y divisó al chico que solo se dedicaba a robarle suspiros. Taehyung era el dueño de sus pensamientos.

Los ojos del azabache brillaron al verlo y camino hacia él con un paso semi-rápido.

Por otro lado, el castaño le sonrió con aquella sonrisa cuadrada muy particular en él, estando feliz de ver a su pequeño Kookie.

Jungkook llegó hasta él y los dos se fundieron en un profundo abrazo.

Un día sin verse se sentía como una tortura para ambos.

El castaño dejó un beso en su cabellera y acto seguido la acarició.

-¿Cómo te ha ido en la clase de hoy? -preguntó luego de un suspiro y levantó su rostro para que lo viera a los ojos.

Jungkook podría quedarse horas viendo aquellos bellos ojos almedrados que el castaño poseía.

-Me ha ido bien... Tengo planeado comenzar a practicar una canción. -respondió con un leve sonrojo al notar que Taehyung lo miraba atento.

Que el mayor lo quedase viendo fijamente lograba ponerlo nervioso y erizarle la piel.

El menor aferró sus manos a la cazadora del castaño.

-T-tae... -susurró el más pequeño.

-¿Qué sucede, cielo?

El azabache tardó algunos segundos en responder, pero al final habló.

-Te extrañé.

Taehyung sonrió y tomó al menor del mentón acercando su rostro y lo besó.

Ese beso con sabor a "Yo también te extrañé" el cual respondía todo.

Fué un dulce y tierno beso que poco a poco se tornó en un beso necesitado. Ambos chicos no podían permanecer separados, se necesitaban demasiado.

Jungkook disfrutaba de aquel beso moviendo sus labios suavemente al compás del castaño. Sus manos acariciaban los cabellos ajenos y su respiración se tornaba entrecortada.

El castaño por otro lado, lo tomaba de la cintura, atrayéndolo hacia él. Su corazón latía desbocado.

Besar a Jungkook se sentía como besar a un ángel.

-T-tae... -jadeó el menor sobre los labios de su mayor.

Taehyung se separó del beso y sin soltar a su pequeño de la cintura, juntó sus frentes delicadamente.

-Eres hermoso, Kookie... -susurró para ellos dos.

Y es que no hacía falta que alguien más lo supiera. Taehyung no quería que alguien más supiera lo hermoso que era Jungkook... Su pequeño Kookie.

trust issues © taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora