Capitulo 2

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Cerre mi laptop y la deje justo arriba del escritorio. La verdad estaba odiando con todas mis fuerzas a mis padres, culpa de ellos estaba desperdiciando el que se supone seria el mejor cumpleaños pero al parecer la mala suerte nunca se irá. Y lo peor de todo es que el día aún no termina... 

Mamá: Tania ¡Baja! tus primos ya están aquí..

Tania: Genial... -susurré para mí- 

Baje las escaleras hasta llegar finalmente al comedor, allí estaban todos, desde mis tíos hasta el perro de mi sobrino pequeño. Sólo tenia algo que decir, yo no limpiaría la mierda de ese perro... Todos quedaron mirándome debido a mi cara de buenos amigos pero no me dieron mucha importancia y continuaron acomodándose en sus lugares para cenar. 

¿Cómo has estado querida? hace mucho que no te vemos.. 

Tania: He estado bien hasta este día. 

Te entiendo, estos días pasaran más seguido en tu adolescencia. 

¿Qué sabía ella sobre la adolescencia? tiene dos hijos de 4 y 8 años. Y dudo mucho que sus años de adolescencia hayan sido una completa mierda. ¡Ts...!

Tania: Mira vos.. -respondí sin mirarla-

Mamá: Coman, no querrán que la cena se enfrié.  -continuo mamá-

¿No comerás Tania? tu plato sigue intacto... -comentó mi tío sacándome de mis pensamientos-

Tania: No tengo hambre.. -largue en un tono bajo de voz-

Mamá: ¿Todavía estas con esa tonta idea de que te arruinamos el cumpleaños? No puedo creer tu estupidez hija. 

Tania: Para ti todo es una estupidez ¿cierto? -pregunté molesta-  Tener un hijo a tus casi 45 años es una estupidez.

Papá: NO VOY A PERMITIR QUE LE HABLES DE ESA MANERA A TU MADRE. -grito furioso mi padre-

Tania: Pensé que al menos este año mi cumpleaños no sería la misma mierda de siempre. No se dan cuenta que ni siquiera somos una familia. 

Papá: No digas estupideces Tania. ¿A qué se debe tu odio? ¿A qué hayamos olvidado tu cumpleaños? -preguntó-

Tania: No es odio. Estoy cansada de tener que fingir que vivo bien. -me levante para dirigirme a mi habitación-

Entre a mi habitación, cerré la puerta con todas mis fuerzas y me eche a llorar.. no aguantaba más este nudo que venia soportando durante 20 minutos allá abajo. Me levante y comencé a buscar algo para auto lesionarme, todos los días era la misma mierda, siento que estoy de más en esta casa, ni siquiera se preocupan por como me ha ido en mi día.. abrí todos los cajones de mi armario y no encontraba nada... tome las tijeras de mi mochila y dude por unos minutos en si hacerlo o no... 

No lo hagas.. 

Hazlo..

No lo hagas..

Hazlo..

Me repetía mi cabeza una y otra vez.. 

Comencé a acercar la tijera cada vez más cerca de mi piel, lo suficiente para que haga un corte profundo. Cuando estaba decidida y por concluir con el corte una brisa entro de la ventana haciendo que recorra una corriente por todo mi cuerpo y soltara la tijera de entre mis dedos..

¿Crees que es lo correcto?  -Escuche atrás de mi cuello como si fuera algún tipo de susurro- 

Si lo crees, continua. -Volví a escuchar-

Me levanté rápidamente del piso dejando la tijera aún tirada ahí y comencé a mirar por todos los rincones de mi habitación buscando una explicación del por qué esa voz.. pero no había absolutamente nada.

¿Acaso intentas encontrarme? -Rió- 

Ok, estaba comenzando a asustarme.. 

Tania: ¿Quién eres? -pregunté a la nada- Espera... ¿Qué hago? ..

Esta bien, me mostraré. -Y de la nada comenzó a aparecer una figura blanca como si fuera una nube de luz frente a mí, a medida que pasaban los segundo la figura del chico se había cada vez más notoria hasta que quede petrificada al ver su figura frente a mis ojos-

Tania: ¿Qué eres? -pregunté- No.. no debe ser real. Seguro estoy cansada -miré la hora de mi celular- si, es eso.. 

No estas imaginándome, soy un ángel. 

Tania: Sí, claro. Y yo soy la presidenta. -dije acostándome en mi cama dándole poca importancia a aquel muchacho frente a mí-

Eres demasiado joven para ser la presidenta ¿no crees? -sonrió-

O estaba pasando y me estaba volviendo completamente loca o realmente mi cerebro me esta jugando una mala pasada por el estrés de hoy día.

Tania: ¡Escucha! No sé que eres ni me interesa saberlo... Sólo sé que me iré a dormir y mañana ya no estarás aquí. 

Cómo digas. Antes me dirás.. ¿Qué intentabas hacer con esa tijera? -preguntó aún sabiendo la respuesta- 

Tania: Eso no te interesa. ¡vete! -dije apagando la luz de mi habitación- 

Claro. Aun que... no te verás deseable con marcas en tus brazos. 

Tania: ¡Cállate! 



















ANGEL / P. JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora