A ESCONDIDAS (Niall Horan)

Capítulo 5

Eran las 7 de la noche, Niall y yo estábamos en la barra de su cocina, comiendo cada uno un gran plato de spaguetti. Ahora sabía que mi ubicación era Irlanda.
Él comía tranquilo y yo, bueno, estaba devorando todo, pues moría de hambre.
Sentí la mirada de Niall sobre mí y luego soltó una pequeña risa mientras negaba con la cabeza.

-¿Qué sucede?. - Dije tragando un gran bocado.

-Nada. -Sonrió cálidamente. -Sólo veo que en verdad tenías hambre, eso es lo que te pasa por querer acosarme. -Se "burló" en un tono divertido.
Sólo rodé los ojos al mismo tiempo que sonreía.

Le di un trago a mi jugo de naranja cuando recordé a Alex y a mi familia. Casi escupo el jugo y comencé a toser porque casi me ahogaba.

-Hey, ¿qué pasa?. -Me miró Niall un poco preocupado.

-Yo... aammm... necesito cargar mi celular y hablar con mi familia, deben estar buscándome. -Dije alterada.

-Tranquila, a ver, dame tu teléfono.

Lo saqué de mi pantalón y se lo di.
Niall buscó en una mochila que tenía en su sofá y sacó el cargador, luego conectó mi teléfono.

-Mientras se carga puedes llamar del mío. -Extendió su mano dándome su celular mientras se sentaba para seguir comiendo.

Lo tomé un poco insegura. ¿En verdad me estaba brindando el poder de usar su celular? Es decir, hoy en día un teléfono contiene miles de secretos y cosas privadas del dueño.

Desbloqueé la pantalla, estaba a punto de teclear el número pero la voz de Niall me detuvo.

-¡Espera! A quien sea que llames no le digas que estás conmigo, por favor. Estoy confiando en ti a pesar de no conocerte, pero no confiaré en alguien detrás de ese aparato. Puede correrse la voz y no quiero problemas. -Me dijo suplicante.

Tenía razón, sobre todo si les decía a mis padres. Ellos harían lo imposible para que estuviera de vuelta sin importarles que estaba al otro lado del mundo como ilegal y con uno de los cantantes más famosos de la época. Sin importarles el escándalo.

-Mejor no llamaré a nadie. Ni siquiera tengo una idea clara de lo que deba hacer ahora. Pero de algo sí estoy segura, no quiero que me deporten, es lo que menos necesito ahora.

-¿Estás segura?

-Sí, no quiero arruinar algo y hacer esto más grande. -Suspiré pesadamente, le devolví su celular y continué comiendo.

(...)

Ya habíamos terminado de comer y yo estaba lavando los trastes a pesar de que Niall casi me lo prohíbe pero no le hice caso.
¿Qué debía hacer? ¿A dónde iría? Me quité los guantes y Niall estaba parado detrás de la barra.

-Miranda, ya que aún no sabes qué hacer, considero que debes quedarte esta noche aquí.

-¿Es en serio?. -Me había salvado, al menos por hoy.

-Te reservaría una habitación en un hotel pero creo que estarás mucho más segura aquí. -Dijo encogiéndose de hombro y sonriendo, como si quisiera transmitirme confianza.

-Vaya... te lo agradezco demasiado. -Respondí tímida.

-No hay de qué. -Se dio la vuelta.

-Ammm ¿Niall?

-Dime. -Volteó a verme.

-Quisiera darme un baño. -Hablaba como si Niall fuera a molestarse, con un tono casi inaudible.

-Oh por su puesto ven. -Comenzó a subir las escaleras y yo lo seguí.

-Este es el baño y aquí dormirás. -Avanzó a la siguiente puerta, mostrándome la habitación que al parecer era para visitas.

-Gracias.

-Espera un momento. -Corrió a ... ¿su habitación?
Minutos después salió con ropa en las manos.

-Puedes usar esta pijama, te quedará grande pero no tengo ropa más chica. -Dijo amablemente mientras me entregaba unos pantalones de cuadros grises y azules con una playera blanca de manga larga.

-También te regalo éstos, como ves están nuevos, es la prenda más importante al querer cambiarte. -Rió un poco.

Recibí la bolsita de plástico, en efecto, estaba cerrada y adentro contenía unos boxers blancos.

-Wow, jamás terminaré de agradecerte.

Y era cierto, me había metido en el equipaje, llegué a su casa y aún así me trataba como su invitada. No dejaba de sorprenderme.

Niall me sonrió y luego bajó las escaleras, dejándome recargada en la pared, viendo cómo se iba y sin creer aún que pasaría la noche en la casa de mi cantante favorito.

(...)

Terminé de vestirme y bajé con el cabello aún húmedo.

-Te equivocaste, esto no me queda grande, me queda enorme. -Dije con un tono exagerado.

Niall estaba calentando algo en la estufa y cuando volteó a verme soltó una carcajada. Yo fruncí el ceño.

-¡Heey! No es divertido, parezco Tontín. -Me quejé agachando la cabeza viéndome del pecho hasta mis pies.

-Oh vamos, te ves linda. -Dijo Niall sonriendo divertido. Lo miré de inmediato, sorprendida por su comentario.
Su sonrisa desapareció de inmediato y sus ojos casi salían de su hermoso rostro. Se sonrojó, al igual que yo, y desvió su mirada.

-Sabes... estoy adolorida aún, iré a dormir. -Dije sin hacer contacto visual.

-Claro.... De... descansa. -Aún estaba apenado.

Le dediqué una media sonrisa viéndolo de reojo y comencé a subir las escaleras pero me detuve a la mitad.

-Tu también. -Y terminé de subir corriendo rápidamente sin mirar a Niall.