Ahí estaban enterrados los dos. No lo podía creer, no lo quería creer. Era una pesadilla, de la que lamentablemente no podía despertar."Puedes quedarte todo lo que quieras", me dijo un hombre de color, que supuse que era el sepulturero. Esa mujer volvió a verme. Yo estaba destrozado, quizás habría sido mejor que hubiera muerto con ellos, pensaba."Me llamo Sarah, pero mi nombre táctico es Irish. Lo siento, quizás si hubiera llegado antes les podría haber salvado" Me dijo ella. Podía haberle hechado eso en cara, pero me decidí a preguntarle una cosa:"¿Como conociste a mi padre?"
"Fue hace bastante tiempo, él fue mi mentor. Me enseñó a ser una asesina. Era uno de los mejores, además fue uno de los pocos amigos que tengo"
Después me llevaron a un despacho elegante, donde me llamó un señor de mediana edad rapado y, sin presentaciónes me dijo:"¿Quieres renacer como un asesino?¿O te quedarás en tus cenizas?" "Adelante, estoy listo" dije.