Me prepararon para un entrenamiento un tanto, peculiar. Estaba en una sala, enfrente mia un hombre con la cabeza cubierta por un saco,maniatado,y de rodillas. Me dijeron que esperara cuando un hombre entró con un maletín, cuando lo abrí me encontre con una 9mm y balas con ese calibre, o oí una voz de un altavoz:"mátalo".
¿Quien era ese hombre?.
Él me dijo:"No te preocupes por mí, mi camino se acabará aquí, creo que me lo merezco, esto me pasa por ser un político corrupto, en vez de ayudar a los que lo necesitan, les he subido los impuestos, y he robado dinero que podría haber destinado a ayudar. No sé quién eres, pero puede que si no me matas, acabarás como yo. No te preocupes, no te guardo rencor, tu haz lo que tengas que hacer"
Me sequé las lagrimas: me había conmovido lo que dijo. Pero él mismo lo había dicho, si no lo mataba, podía acabar así, como él. Le pegué un tiro en la nuca.
"Felicidades, ya eres uno de nosotros", pero yo entendí que ya era un monstruo.