Te había prometido iniciar a escribirte el día que comenzarán las clases. El día en que ya no estuvieramos juntas.
Pero hay cosas que debes saber antes de irte.
Ya no subiré la escalera con la mirada fija hacia el que solía ser tu salón, con la esperanza de encontrar ese humo de recuerdos pálidos. Ya no. Ahora me dignaré a reír en tu nombre, como tu lo hubieras hecho sin mí. Oh y ¿Sabes qué? Cada que quiera encerrarme en el baño a llorar por que te extraño, recordaré ser fuerte, tan fuerte como tu lo fuiste en los días malos. No hubo otra manera de aprenderlo más que tu ejemplo. Estoy segura de que el arrepentimiento de los días duros no compensará jamás todo lo bueno. Es duro saber que estas ahora lejos y cerca, es jodido luchar a solas con la luz apagada. Y sé, que lo será más el día en que te hayas ido por completo. Pero te juro, que eso ahora que te tengo junto a mis recuerdos, junto a mí corazón tan agrietado... No me importa. No me importa en lo absoluto que un día te vayas, por que ese 'un día' esta muy lejos de alcanzarnos bebé.
Hay amistades, que están destinadas. Quizás tu y yo seamos una de esas que tienen atado al meñique ese mítico hilo rojo que no se rompe ni con la mas larga distancia o la mas larga indiferencia.
En la vida no se pueden asegurar muchas cosas, pero sé que una de las pocas que yo puedo asegurar y perjurar por el resto de mi existencia; es que mi corazón tiene el sabor de tu amistad.
Y eso.. Nadie lo va a cambiar.
-Aunque admito- Aun no comienzo sin ti, y ya difícil de decir que te extraño.
28/07/17